Un gol olímpico de Canito afianza aún más en el liderato al San Fernando

Los resultados del pasado sábado convertían la cita del segundo filial blanco ante el líder de la categoría en los 90 minutos más importantes de la temporada. Porque los hombres de Mariano Pulido, de doblegar a los de Antonio Iriondo, tenían la posibilidad de acostarse por primera vez en lo que va de curso futbolístico entre los cuatro primeros. Víctima de sus propios errores ante la meta de Sergio González y de la eficacia de un San Fernando más práctico que otra cosa, los cachorros rojiblancos perdieron una oportunidad dorada.

Comenzó mandando el filial, pese a un once con evidentes tintes defensivos, con una clara ocasión de Fernando a los cinco minutos para inaugurar el marcador. Pero el larguero lo impidió. También tuvo Mohamed en el siete el 1-0, pero su remate de cabeza acabó por encima de la meta de Sergio González. No tardó el San Fernando en contestar. En el 11', el ex sevillista Puli mandó a las nubes una buena asistencia de Sergio Berro. El inicio de unos y otros hacía presagiar un choque vistoso entre dos equipos necesitados por motivos muy diferentes de los puntos en juego.

Con el paso de los minutos, los locales eran cada vez más dueños de la situación. Eso sí, sin refrendo para el vetusto marcador de la carretera de Utrera. En el 27', Mohamed intentó sin suerte perforar la meta visitante después de una buena acción individual. 120 segundos más tarde, un pelotazo de Pérez rozó el poste de Sergio González cuando ya se cantaba el primero para los sevillistas. Exactamente lo mismo le ocurrió a Lolo en el 32' tras aprovechar una mala salida del arquero isleño.

De un área a otra

Y comenzó el segundo acto. En sus albores, doble ocasión visitante. En el 47, Puli y Moke erraron una buena opción para batir a Silva. En el 48, fue el nervionense Fernando el autor de un pelotazo que perfectamente pudo haber acabado en el fondo de las mallas. Como al comienzo del pleito, el balón iba de un área a otra sin solución de continuidad. Javi Casares, en el 52', demostró que el San Fernando de la segunda nada tenía que ver con el de la primera mitad. Más especulativo que otra cosa.

Mariano Pulido, viendo que el tanto blanco no llegaba, tiró de banquillo para conseguirlo. Apostando por dos hombres de vanguardia (Winde y Fali por Espinar y Pérez). Con ellos ya en el campo, el 0-1. Gol olímpico de Canito, apoyado en una defectuosa salida de Silva.

El golpe isleño dejó muy tocado al filial. Que ya no era el elenco que buscaba una y otra vez a Sergio González. Atacaba, pero con más corazón que cabeza. Abusando del fútbol directo. Argumento que frenaba con facilidad un San Fernando que se movía como pez en el agua con el 0-1. Winde pudo empatar en el 80, pero estaba claro que la suerte le había dado la espalda a los compañeros. Quizás, la única explicación lógica al 0-1 con el que el trencilla de turno mandó a todo el mundo al túnel de vestuarios.