Los manifestantes se han lanzado a las calles a golpe de cacerola por tercer día consecutivo. /REUTERS
aunque continúan en alerta

Los agricultores argentinos suspenden la huelga para negociar con el Gobierno

La presidenta de Argentina defiende su decisión de aumentar los impuestos a las exportaciones de granos aunque aboga por el diálogo

BUENOS AIRES Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las organizaciones agropecuarias de Argentina han decidio suspender la huelga que comenzaron hace 16 días, con el fin de facilitar el diálogo con el Gobierno, y han acudido a una reunión con las autoridades del país.

En un comunicado, las cuatro organizaciones que convocaron la medida de fuerza aclararon que mantienen "el estado de alerta y movilización" en las carreteras que mantenían cortadas, que han sido despejadas después de varios días de bloqueos realizados por productores rurales.

La presidenta argentina, Cristina Fernández, había pedido a las patronales agrarias que levanten el paro que mantienen desde hace dos semanas, para iniciar un diálogo que permita resolver la crisis del campo. "Les pido que levanten el paro para dialogar", ha dicho la mandataria, oradora única del acto peronista multitudinario organizado por su esposo y antecesor en el cargo, Néstor Kirchner.

"Las puertas de la Casa de Gobierno están abiertas, pero, por favor, levanten la medida contra el pueblo", ha insistido la mandataria, en un tono mucho más conciliador que el utilizado el pasado martes, cuando se refirió a los productores agrarios como "piquetes de la abundancia" y advirtió de que no cedería a "extorsiones".

"Es un buen momento para discutir y dialogar, y hacerlo con una pistola en la cabeza es muy difícil, sobre todo en democracia", ha agregado la mandataria al defender su decisión de aumentar las llamadas retenciones a las exportaciones de granos, en especial la soja y el girasol. "Llevamos cinco años de crecimiento sostenido y este año, si crecemos, se va a alcanzar el crecimiento más importante de los últimos 200 años, de toda nuestra vida; es un buen momento para el diálogo", ha finalizado.

La huelga comercial y los bloqueos de carreteras en Argentina por parte de los productores agropecuarios, que hoy cumplen 16 días, supone el primer desafío serio al que se enfrenta Fernández desde que alcanzó la presidencia del país en diciembre del año pasado, pues el grano es el producto más afectado y la agricultura es el sector clave de la economía argentina. Las protestas, que han acabado a la medianoche, se han sucedido en la capital federal y el interior del país, donde numerosos vecinos han salido a la calle en diferentes barrios para golpear cacerolas en apoyo a los productores del campo, según ha informado el diario La Nación.

Tres noches de caceroladas consecutivas

Tras el discurso de la presidenta, dirigentes de las cuatro grandes patronales agrarias han anunciado su intención de reunirse para estudiar la situación, mientras que los productores agropecuarios convocados en piquetes ruteros han seguido adelante con las protestas. Así lo han decidido en asambleas realizadas en las localidades de San Pedro, a 100 kilómetros de Buenos Aires, y en Gualeguaychú, en la provincia de Entre Ríos.

"El discurso es un llamado a la cordura, a la negociación, a la conciliación, conveniente para pacificar. Es un cambio de expectativas, un discurso que merece un reconocimiento a la actitud (de la presidenta) y que nos sentemos con las otras entidades a analizar el camino a seguir", ha opinado el vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcati.

Mientras, en Buenos Aires, seguidores del Gobierno se han concentrado en la emblemática Plaza de Mayo para expresar su respaldo a Fernández, al tiempo que manifestantes críticos se han vuelto a lanzar a las calles golpeando cacerolas y sartenes por tercera noche consecutiva.

El conflicto consiste básicamente en la suspensión de los negocios agropecuarios, como la venta de hacienda, leche y de granos en los mercados, pese a que en los establecimientos agropecuarios las tareas siguen adelante con normalidad. La medida ha comenzado a afectar la provisión de alimentos, ya que los productores realizan piquetes en diversas rutas del interior del país.