Tendrá que pagar 14.000 euros

Condenada una madre por permitir la «brutalidad» de su hijo en el instituto

La madre intentó desviar la responsabilidad hacia el centro educativo por no hacer "labores suficientes de vigilancia"

SEVILLA Actualizado: Guardar
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La Audiencia de Sevilla ha condenado a una mujer a pagar 14.000 euros por una agresión de su hijo en el instituto. El tribunal considera que su "laxitud" y "tolerancia" a la hora de educarlo motivaron el "brutal" comportamiento del adolescente.

La Sección Quinta de la Audiencia condena a la mujer a pagar el tratamiento para reconstruir los dos dientes que su hijo de 14 años rompió a otro compañero, además de causarle otras lesiones. La agresión se registró en el aula del instituto 'Castalla' de Castilleja de la Cuesta (Sevilla) el 17 de noviembre de 2003.

En el juicio la madre intentó desviar la responsabilidad hacia el centro educativo por no hacer "labores suficientes de vigilancia" de los alumnos, pero la sentencia responde que, al tratarse de "adolescentes que cursan estudios secundarios, no es precisa una labor de control y vigilancia tan rígidos".

En cambio, "la brutalidad e intensidad" de la agresión evidencian "una falta de inculcación o asimilación de educación y moderación de costumbres en el agresor para la convivencia en valores", señala la sentencia.

La Audiencia censura la "tolerancia" de la madre

El tribunal entiende que esa "conducta violenta y excesiva significa que las tareas educativas correctoras ejercidas por los padres no han fructificado, bien por la laxitud a la hora de inculcarlas o bien por la tolerancia en corregir sus manifestaciones violentas".

La indemnización que deberá pagar la madre corresponde a 11.000 euros por el tratamiento odontológico y de reconstrucción ósea de la mandíbula del menor agredido y otros 3.000 euros por los daños morales durante los 21 días que la víctima estuvo impedida para acudir a clase.

Con esta resolución, la Audiencia confirma el primer fallo del Juzgado de Primera Instancia númeo 8, que hablaba de una "incorrecta educación". Esa sentencia dejó abierta la posibilidad de reclamar por la vía civil, lo que hizo la familia del agredido. Consideraba que el menor no sólo fue víctima de una "paliza bárbara e injustificada" sino que, debido a su edad, aún no ha terminado el proceso de reconstrucción ósea de la mandíbula y el tratamiento odontológico.