PASEO POR CÁDIZ. Un grupo de turistas sigue la línea azul por el casco antiguo. / ANTONIO VÁZQUEZ
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Las cuatro rutas para conocer la ciudad a pie es lo más demandado por los turistas

Las pintadas en el suelo guían al visitante hasta los monumentos más emblemáticos, las fortalezas y los barrios más antiguos, como El Pópulo

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Las cuatro rutas de colores (verde, rojo, morado y azul) por la ciudad que la Delegación de Turismo ha puesto en marcha hace un par de meses son lo más demandado por las personas que desde distintos puntos de España y del mundo llegan hasta el Centro de Recepción de Turistas de Canalejas, según comenta Ami Pimentel, una de las empleadas de la oficina de información. «Se trata de rutas para caminar pintadas en el suelo para mayor comodidad de los turistas mediante las cuáles se puede conocer de una forma más fácil la ciudad. Cada ruta tarda en recorrerse un promedio de una hora y lo más importante es que se pueden alternar unas con otras. Muchos ya vienen y nos preguntan por estos paseos antes de que nosotras les digamos nada», explica esta joven.

A la entrada de la oficina de turismo de Canalejas, a mano derecha, existe un gran cartel con información detallada sobre esta medida. El lugar es un constante goteo de gente. José Antonio y Manuel, procedentes de Murcia, es la segunda vez que visitan Cádiz y celebran esta iniciativa. «Esta muy bien, como más se conocen las ciudades es a pie y siguiendo el plano con las pintadas en la calzada no tienes pérdida», comenta uno de ellos.

El paseo verde lleva al foraneo a visitar los barrios del Pópulo y Santa María que «son los más antiguos de la ciudad» con calles estrechas y empedradas, y monumentos emblemáticos de la ciudad como las Puerta de Tierra y la Cárcel Real.

Peter y Sofía, un matrimonio inglés, escrutan el plano en la plaza San Juan de Dios. Debaten entre recorrer la ruta de los castillos y baluartes (línea naranja) y la de cargadores a Indias (morada). Finalmente, deciden recorrer la primera que abarca la periferia de la ciudad siguiendo el trazado de sus antiguas defensas, como la Muralla de San Carlos, uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, las Murallas de San Carlos del siglo XVIII, que nos llevan a la Alameda de Apodaca y el Baluarte de Candelaria, uno de los enclaves defensivos de la ciudad que aún se conserva en perfecto estado.

Uno de los inconvenientes de este recorrido está al final, cuando los visitantes se tienen que conformar con sacarse fotos al exterior del Castillo de San Sebastián, antigua fortaleza militar del siglo SVII, al estar ésta cerrada después de haber recorrido a pie los 600 metros que separa la playa La Caleta del castillo.

Las pintadas del paseo morado trazadas en el suelo permiten descubrir al turista la época del máximo esplendor de la ciudad, cuando se convirtió en la puerta del floreciente comercio con las Indias. Recorriendo la calle Sopranis el turista puede pasear por una de las calles más antiguas de Cádiz y observar interesantes construcciones. Una vez adentrados en el Pópulo se visita la Casa del Almirante (XVII) con su interesante portada y sus dos torres miradores (las más antiguas de la ciudad), y llegar a la Plaza de la Catedral, donde está la Santa Iglesia Catedral (XVIII-XIX) con interesantes obras y una cripta dignas de ver. En dicha plaza la iglesia de Santiago (XVII), y por la calle Compañía, se llega a la colorida Plaza de Las Flores. Allí, Alberto, Juan y María buscan un sitio donde degustar un buen pescaíto frito.

Constitución gaditana

Otros visitantes, como Eva, Patricia y Carmen, naturales de Burgos, optan por descubrir el itinerario que recorrió la procesión cívica que proclamó el 19 de marzo de 1812 la citada Constitución en distintos lugares de la ciudad. «Queremos conocer el Monumento a las Cortes (XX) donde pueden leerse los nombres de los que juraron la primera Constitución y el salón regio del Palacio de la Diputación (XVIII) con motivo de la visita de la Reina Isabel II a la ciudad en el año 1861», afirma una de ellas mientras lee el folleto que le han facilitado en la oficina de turismo. Y agrega: «Estas rutas pintadas en el suelo no existen en otras ciudades».

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