La Fed rebaja los tipos tres cuartos de punto para luchar contra la crisis

La Reserva Federal decidió ayer una rebaja adicional de tres cuartos de punto en el precio oficial del dinero en Estados Unidos -los fondos federales- para dejarlo en el 2,25%. Sus responsable han tomado en cuenta el deterioro de las perspectivas económicas y las considerables presiones que, de forma persistente, se abaten sobre los mercados financieros. Un movimiento que las bolsas agradecieron y que permitieron respirar con alivia a los inversores de medio mundo.

El banco central bajó igualmente en tres cuartos de punto su tasa de descuento, utilizada por los bancos para obtener financiación urgente, para dejarla en el 2,50%. La Reserva Federal ya acordó, por sorpresa y en una actuación sin precedentes, recortar esta referencia un cuarto de punto durante el pasado fin de semana.

Crece la brecha con la zona euro, donde el tipo de interés equivalente permanece inamovible en el 4%. «Las últimas informaciones indican que las perspectivas de la actividad económica se han debilitado», constató el Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) de la Fed en su comunicado.

Turbulencias

Por añadidura, «los mercados financieros permanecen sometidos a tensiones considerables, y el ajuste de las condiciones del crédito, así como el agravamiento de la contracción inmobiliaria amenazan con pesar sobre el crecimiento económico durante los próximos trimestres», aseveró. La Fed constató, no obstante, que «la incertidumbre ha aumentado sobre las perspectivas de inflación» y subrayó la necesidad de seguir «vigilando atentamente» la evolución de los precios.

El banco central norteamericano está desarrollando una agresiva política monetaria para incentivar la economía, y ya procedió a rebajar el precio oficial del dinero en tres cuartos de punto el pasado mes de enero. El nuevo recorte ya estaba prácticamente descontado por los analistas y los mercados, conscientes de la gravedad de la situación. El precio del petróleo apenas reaccionó en Nueva York a la rebaja de las tasas de interés en Estados Unidos, destinada a evitar una recesión en el país. A última hora de la tarde (hora española), en el mercado de Nueva York, el barril de crudo ligero para entrega en abril se negociaba a 107,67 dólares, con aumento de 1,99 dólares respecto al cierre del lunes.

Suben los parqués

La intensificación de las turbulencias en los mercados habían llevado a los economistas a anticipar un fuerte recorte de los tipos. Joseph LaVorgna, economista jefe de Deutsche Bank, apuntó que «una más profunda y más prolongada recesión parece más probable que una breve y suave». Por eso consideró probable que la Fed siga aplicando recortes, hasta colocar el tipo en torno al 1% hacia fines de junio.

Otros economistas coinciden en la idea de que la Fed debe actuar con vigor para impedir una debacle económica. «Estamos en medio de la más persistente crisis financiera en una generación, que ya ha destruido incalculables riquezas en viviendas y activos financieros y ha conducido a la economía de Estados Unidos a una recesión», dijo Sherry Cooper, economista jefe de BMO Capital Markets. Cooper estimó que los miembros de la Fed «continuarán actuando agresivamente hasta que vean una estabilización sostenida». El secretario del Tesoro, Henry Paulson, reconoció ayer que la economía estadounidense sufre un fuerte declive. Lo hizo en una entrevista realizada por la cadena CNBC, horas antes de la reunión de la Reserva Federal. «Sabemos que se está produciendo un fuerte descenso (de la economía)», reconoció Paulson. Sin embargo, no admitió que la primera economía mundial esté en recesión. «Para mí, lo importante no es la etiqueta que se le pone, (sino) lo que hacemos al respecto».

En medio de este clima de reconocida inestabilidad se conocían los resultados de dos de los grandes bancos de inversión norteamericanos, Goldman Sachs y Lehman Brothers, que fueron malos, pero no tanto como se presuponía y que otorgaron oxígeno a las bolsas de valores internacionales. En las españolas, el rebote del Ibex-35 fue del 2,96% -el cuarto mayor avance del año- y permitió recuperar el nivel psicológico de los 13.000 puntos, con fuerte tirón de los valores bancarios. Los inversores dejaron atrás, al menos por el momento, los temores de que se reproduzcan casos como el rescate de Bear Steams. También dieron por seguros los nuevos recortes de los tipos de interés, que efectivamente la Fed aprobaba horas después del cierre de los índices.