La mala combustión del calentador originó la tragedia en San Telmo

La mala combustión del termo de la vivienda fue la causa del escape de gas que acabó el sábado con la vida de tres personas en la barriada de San Telmo. Así lo confirmaron ayer fuentes de la investigación, explicando que, al carecer el cuarto de baño de salida al exterior, el monóxido de carbono se condensó en la habitación provocando el trágico desenlace. Los hechos ocurrieron a alrededor de las 22.30 horas, cuando un vecino, alertado por el fuerte olor a gas, penetró en el domicilio y encontró al matrimonio y a su hijo, este último aún con vida.

Aunque los servicios sanitarios trasladaron a Moisés Fernández Gómez, de 10 años, al Hospital de Jerez, finalmente tuvieron que certificar su muerte. Sus padres, Cristóbal Fernández Gavira y Ana Gómez Benegas, ya habían fallecido cuando el vecino entró en la casa y los descubrió en el baño, con el termo en llamas. No obstante, habrá que esperar el resultado de la autopsia para ratificar las causas definitivas del desafortunado accidente. Precisamente en la mañana de hoy tendrá lugar el examen postmorten en el Instituto Anatómico Forense de Cádiz, a donde fueron trasladados los tres cuerpos. Una vez realizado, el funeral podría celebrarse incluso de manera inmediata.

El suceso ha conmocionado a toda la ciudad, empezando por el Ayuntamiento, que ha decretado tres días de luto oficial y que, a través de un comunicado, ha querido trasladar el pésame a los familiares y ponerse a disposición de los otros dos hijos de la pareja. El barrio de San Telmo tampoco ha quedado inmune a lo acontecido. Si la noche del mismo sábado ya fueron muchos los que se acercaron a presenciar los hechos, en la mañana de ayer el gentío se agolpaba a las puertas del bloque 10 de la plaza Sinfonía, con el fin de enterarse de primera mano de lo ocurrido y mostrar su solidaridad con la familia.

Los vecinos se encuentran completamente consternados, dado que los fallecidos llevaban varios años viviendo en la barriada, y eran conocidos por la inmensa mayoría de ellos. Mientras que algunos no supieron la noticia hasta el día siguiente, muchos la vivieron casi a tiempo real y se toparon de bruces con la tragedia. «Yo estaba fuera de casa -explica un emocionado vecino- y cuando llegué vi lo que había aquí formado y me quité de en medio. El chiquillo estaba tirado en el suelo e intentaban reanimarlo, fue una impresión y un susto muy grande».

Otra vecina también recordaba el suceso con estupor, relatando cómo «estaba esto impresionante de gente, mientras el niño, que tenía la edad de mi hijo, estaba fatal». Ayer todo eran voces de consternación en San Telmo, que se mezclaban con algunas de protesta o indignación por el hecho de que continúen ocurriendo sucesos de este tipo. «Es una pena que pase esto, hay muchos aparatos que son ya muy viejos y ni tienen las revisiones bien hechas. Y encima, no había ninguna salida de gases, porque la pequeña ventana del cuarto de baño daba a la cocina».

Negra casualidad

Al profundo pesar por lo ocurrido se unía ayer otro negro recuerdo que estremecía más si cabe a los vecinos, añadiendo tintes de trágica casualidad al accidente. En la misma vivienda, 19 años atrás, morían dos niñas como consecuencia de un incendio. Del siniestro fue testigo otra vecina que, impresionada por lo sucedido, sufrió un infarto y falleció poco después. «Esta casa se ha cobrado ya seis vidas -lamentaban algunos-, la alcaldesa debería lapidarla y acabar así con todo esto».

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