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El Parlamento chino debate cambios en el Gobierno para preparar el relevo de Hu Jintao

La Asamblea Nacional perpetuará el poder absoluto del régimen comunista

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Mientras miles de policías y soldados tomaban la plaza de Tiananmen para registrar y detener a los 'peticionarios' que han acudido a Pekín con el fin de protestar contra alguna injusticia del Gobierno, a pocos metros de allí, en el Gran Palacio del Pueblo, el primer ministro, Wen Jiabao, dibujaba un futuro tan glorioso como irreal de China en su año olímpico. Con su informe sobre la labor del Ejecutivo, Wen Jiabao abrió la reunión anual de la Asamblea Nacional Popular, el máximo órgano legislativo del régimen comunista chino.

Justo cuando se cumplen treinta años de la apertura capitalista de China tras la muerte de Mao Zedong en 1976, que ha provocado un gran crecimiento económico y ha sacado a cuatrocientos millones de personas de la pobreza, el gigante asiático se dispone a legitimar ante el mundo su autoritario sistema político con los Juegos Olímpicos de Pekín. Contrariando a las voces que defendían que dicho evento ayudaría a la democratización de China, la Asamblea de este año pretende perpetuar el poder absoluto del régimen encumbrando a la nueva generación de líderes que, a partir de 2012, relevarán al actual presidente, Hu Jintao, y a su primer ministro, Wen Jiabao.

«Profundizaremos en la reforma de las instituciones y avanzaremos hacia los patrones socialistas», aseguró Wen Jiabao mientras los 3.000 diputados venidos de todo el país, algunos con trajes tradicionales, le interrumpían con sus aplausos.

Y es que, tras el Congreso del Partido Comunista celebrado en octubre, el Parlamento aprobará unos cambios en el Gobierno que podrían aupar hasta un alto cargo, una vicepresidencia del Estado o de la Comisión Militar Central, a Xi Jinping, quien se perfila como el sucesor de Hu Jintao dentro de cuatro años. Hijo de uno de los líderes revolucionarios y secretario del Partido en Shanghai, esta estrella emergente de 54 años ya está despuntando tras ingresar en octubre en el Comité Permanente del Politburó y haber sido elegido para coordinar la celebración de las Olimpiadas.

El único que podría disputarle la sucesión es Li Keqiang, el secretario del partido en la provincia de Liaoning. Éste pasa por ser el favorito de Hu Jintao debido a su talante más social frente a la opción neoliberal que representa Xi Jinping, quien se sitúa más cerca de los criterios puramente economicistas del anterior presidente, Jiang Zemin, y su aún influyente 'camarilla de Shangai'. Sin embargo, parece que la sucesión está decidida a favor de Xi Jiping y todo indica que Li Keqiang, también miembro del Comité Permanente del Politburó a sus 52 años, será nombrado viceprimer ministro con vistas a relevar a Wen Jiabao, en el año 2012.

'Superministerios'

Encargándose de los asuntos financieros, Li Keqiang podría ocupar el puesto que dejó vacante Huang Ju al fallecer el año pasado. Mientras tanto, el anterior alcalde de Pekín, Wang Qishan, y el ex secretario del partido en Guangdong, Zhang Dejian, sustituirán a la viceprimera ministra Wu Yi y a Zheng Peiyang, que no fueron reelegidos en el Congreso del Partido por su edad.

Al tiempo que se producen estos cambios, el tándem formado por Hu Jintao y Wen Jiabao consolidará su poder frente a la 'vieja guardia' remodelando también el Consejo de Estado, el órgano ejecutivo del régimen. Así, el Gobierno pretende reducir el número de departamentos que están bajo su cargo, que actualmente es de 28, para agruparlos en varios 'superministerios'.