60 METROS VALLAS. Jackson Quiñónez celebra su victoria y récord de España. / EFE
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Quiñónez se asoma al podio del Mundial en Valencia

El vallista puede aspirar al podio del Mundial al batir su récord de España y lograr la tercera mejor marca del año Mayte Martínez se proclamó campeona de 800 metros

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Imponente. Jackson Quiñónez fue la estrella de los Campeonatos de España. El vallista mejoró su récord nacional en cuatro centésimas (7.52). Esa marca le coloca entre los aspirantes al podio del Mundial, que también se celebrará en Valencia, del 7 al 9 de marzo. Su registro es el tercero mejor de la temporada. Sólo por detrás del cubano Ayron Robles (7.33, a tres centésimas del récord del mundo) y el ruso Evgeniy Borisov (7.44). Falta el estreno del campeón olímpico y mundial, el chino Xiang Liu, pero en el Palau Luis Puig Quiñónez mandó un claro mensaje a sus rivales, luchará por las medallas.

El atleta nacido en Esmeraldas (Ecuador) hace 27 años ha vuelto a clavar su preparación. Ascensión Ibáñez, su entrenadora, está exhibiendo una puntería excelente. Quiñónez siempre llega pletórico a las dos grandes competiciones: el Campeonato de España y el Mundial o el Europeo de turno. Los 60 metros vallas no son su predilección. Prefiere los 110, donde su mediocre salida tiene una incidencia menor. Pero este domingo, a la estela de Felipe Vivancos, muy explosivo en los tacos, completó una carrera sin grandes imperfecciones. Y el resultado fue tan brillante como esperanzador a dos semanas del Mundial.

El vallista del FC Barcelona y su entrenadora han trabajado todo el invierno con una obsesión: realizar dos parciales entre valla y valla por debajo del segundo. «Sabíamos que si lo hacía caería el récord de España», explicó Ibáñez. Y así fue. Tras la primera y la penúltima lo logró.

Lo más ilusionante, además, es que aún se atisba un amplio margen de mejora. Quiñónez, que ya se ha establecido ocho centésimas por debajo del récord de Javier Moracho (7.60) que permaneció en lo alto durante más de 20 años, es uno de los grandes atletas españoles del momento. «Ahora espero bajar de 7.50 en el Mundial. Aunque ahí lo que importan son las medallas; las marcas son lo de menos. Si corro en 7.80 y me llevo la medalla de oro estaré encantado».

Casado, eufórico

Igual de pletórico estuvo Arturo Casado, que dominó la final de 1.500 gracias a su envergadura y a su excelente estado de forma. El madrileño, con una estatura de 1,87 metros, defendió la cuerda a cara de perro. No permitió que se le colara nadie. Ni Diego Ruiz ni Juan Carlos Higuero. Casado logró así su primer título (3:51.27) ante los dos burgaleses. Higuero, campeón en cinco ediciones, tuvo que exprimirse en la recta para superar a Ruiz. «No pasa nada», comentó el de Aranda de Duero. «Me he desconcentrado a falta de 300 metros y luego ya no he podido colarme. Pero estoy bien y creo que en el Mundial llegaré en un buen momento. Creo que los dos etíopes, que son amigos, harán una carrera muy rápida y el que pueda se subirá al AVE y el que no se quedará en Calatayud». Casado, eufórico por la victoria, abrazándose en la vuelta de honor a sus padres, su novia, amigos y compañeros de entrenamiento, sueña con algo grande en Valencia. «Seguro que estaré en la lucha por las medallas».

Igual de embarullada estuvo la final de 800. Había mucho en juego: título, medallas y mínimas. El único que tiene la mínima de este año, Eugenio Barrios, fue cuarto, pero su plaza era la única segura. Luis Alberto Marco, un sevillano de 21 años, el killer de la recta, como le define Álvaro Rodríguez, alimentó su fama y fue el más rápido en los últimos metros para colgarse la medalla de oro, pero no tiene la mínima y, salvo que encontrara una carrera esta semana, se quedará fuera de la lista que dará José María Odriozola el martes. Manolo Olmedo fue segundo y regresará a Valencia junto a Barrios.

Mayte Martínez se proclamó campeona de 800. Aunque mantiene la incertidumbre. La vallisoletana viajará hoy a Madrid para hacerse una resonancia e infiltrarse en la planta del pie. La fascitis no le abandona y le lleva a mal traer. Después se desplazará a Zaragoza, donde recibirá el enésimo premio tras su gesta en el Mundial de Osaka, donde atrapó la medalla de bronce, y después regresará a Valencia, donde estará hasta la gran cita invernal. Mayte sabe que no podrá trabajar los dos próximos días.

Como la final no fue muy exigente, ganó con 2:10.69, se marcó un breve entrenamiento cuando los atletas abandonaron la pista. La mejor atleta española de 2007 hizo un 400 a tope, invirtió cerca de 55 segundos, y un 200 ligeramente más suave. Juan Carlos Granado se lamentaba de que su pupila no pudiera afrontar el Mundial sin problemas en una temporada en la que sólo María Mutola parece, y no demasiado, un punto superior al resto.

Los Campeonatos de España alumbraron también a la generación que viene por detrás. Uno de los que traen el relevo es Luis Alberto Marco. También ilusiona Marc Orozco, campeón de 400 con 17 años, que batió por segunda vez el récord de España júnior (47.70). Miguel Ángel Sancho rozó la plusmarca nacional (2,23), también júnior, en altura. Logró la plata con 2,20 y en su primer salto sobre 2,24 rozó el récord.

En cuanto a la representación gaditana, los atletas del Puma Jerez tuvieron ayer una discreta actuación después del éxito del sábado. Luis Flores fue tercero en los 400 metros y Daniel Ruiz quinto.