CONFIADO. Zapatero, ayer en el mitin de Valencia. / AFP
ESPAÑA

Zapatero se niega a pedir disculpas «por haber intentado la paz»

El presidente del Gobierno defiende que nunca entregó a la banda «la llave del Estado»

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José Luis Rodríguez Zapatero rezuma optimismo. La campaña empezó con una inyección de ánimo para lo socialistas gracias al baño que -según los sondeos y el comité electoral del partido- propinó Pedro Solbes a Manuel Pizarro en su cara a cara televisado del pasado jueves. Después, dos llenos hasta la bandera. El presidente del Gobierno se mostró ayer confiado en su victoria y advirtió que no agachará la cabeza frente a los ataques del PP. «No voy a pedir disculpas por haber intentado la paz y el fin de al violencia -dijo en referencia al diálogo con ETA- porque era mi obligación como presidente de España».

Rara vez Rodríguez Zapatero se ha reafirmado con tanta rotundidad durante un mitin en su apuesta por el proceso de paz. Ni el programa de su partido menciona la experiencia ni en los vídeos que se emiten antes de cada acto hay alusión al tema. El jefe del Ejecutivo aparece en uno de esos montajes, no obstante, reconociendo que fue un «error» proclamar su fe en la desaparición de ETA apenas 24 horas antes del atentado de la T-4. Sacado de contexto, parece pedir disculpas por haberse lanzado a la negociación con la banda.

Nada de eso. El jefe del Ejecutivo alega con frecuencia que la democracia no perdió nada con aquel intento e incluso que el Estado está ahora más fuerte y al organización criminal más débil.

Pero nunca había sacado tanto pecho como ayer en Valencia. Un feudo que durante muchos años se le había resistido y que ahora el PSOE cree haber reconquistado. Dicen en su partido que Zapatero logró un aforo histórico en la plaza de toros de la ciudad: 22.000 personas. Ni Felipe González en sus buenos tiempos.

Valencia, donde en 2004 los socialistas se hicieron con 7 escaños frente a los 8 del PP (y 1 de IU), fue escenario de un monumental pinchazo en 2000, con Joaquín Almunia como candidato del partido. Y, desde entonces, el PSOE había huido del coso taurino para conformarse con auditorios más modestos . «Cuando la plaza de toros en Valencia está como está hoy -auguró Zapatero- es que va a haber una amplia mayoría del PSOE el próximo 9 de marzo».

Al descubierto

Zapatero se mostró así de crecido porque, a su juicio, el rifirrafe entre Solbes y Pizarro ha descubierto las «infamias» del PP. «Empezaron con las mentiras del 11-M, luego con que España y la familia se rompen, con que habíamos entregado a ETA la llave del Estado y ahora, con la economía».

El vicepresidente económico, convertido estos días en el gran héroe del Gobierno, logró, a juicio de Rodríguez Zapatero, «pinchar el globo» que los populares habían inflado para meter miedo a los españoles sobre el futuro económico. «Ha demostrado que Pizarro habrá tenido muy buenos sueldos y muy buenas indemnizaciones pero de economía, nada de nada», ironizó.

Los socialistas aspiran a repetir el éxito de crítica y audiencia con el debate previsto para mañana con Rajoy. Y como un jugador en racha, el secretario general de los socialistas retó además a otro cara a cara al primer partido de la oposición: entre el secretario general del PP, Ángel Acebes, y la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. «Es la grandeza de los debates -subrayó-, los españoles pueden comparar entre dos proyectos y entre dos equipos».