INQUIETUD. Ramos Horta, entre el rebelde Reinado (izda.), y el primer ministro Gusmao, en 2006. / EFE
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Guerrero de la libertad

El jefe de Estado, premio Nobel de la Paz en 1996, forjó su destino en la lucha por la independencia durante sus muchos años de exilio

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José Ramos Horta y Timor Oriental son una misma cosa. Forman un todo, eso sí, labrado en la lejanía. No en vano el herido presidente ha pasado casi la mitad de sus 58 años en el exilio. Pero fue precisamente el obligado y doloroso alejamiento de su tierra lo que forjó su espíritu combativo con un único objetivo: lograr la independencia de la antigua colonia portuguesa, luego ocupada por Indonesia.

Y eso que Ramos Horta nació en Timor casi por casualidad. Su padre tuvo que huir de Portugal cuando se implantó en el país ibérico la dictadura de Salazar. Como su madre era de origen timorense, la familia atravesó medio mundo para instalarse en Dili.

Convulsión

El ahora primer mandatario llevaba la inquietud política en la sangre y, por eso, desde muy joven participó activamente en los acontecimientos de Timor Oriental. Eso le supuso su primer exilio, que le llevó a Mozambique durante un año (1970-1971). El cambio de régimen en la metrópoli le permitió regresar, aunque por poco tiempo. Tras ejercer como ministro de Exteriores del primer Gobierno provisional (1974-1975), tuvo que salir rápidamente de la isla tres días antes de que la invadiera el Ejército indonesio.

No volvería a pisar su país durante veinticuatro años. En ese tiempo amplió su formación de periodista con los estudios de derecho en Holanda e intensificó su campaña por todo el mundo en favor de la independencia de Timor Oriental. Esa misión le valdría en 1996 el Nobel de la Paz, compartido con el obispo Carlos Ximenes Belo.

El resultado del plebiscito convocado por presiones de Lisboa para que los timorenses se posicionasen acerca de la independencia acabó con el dominio indonesio sobre la isla en 1999, por lo que el territorio pasó a manos de una Administración de la ONU. El 20 de mayo de 2002, Timor Oriental fue proclamado estado soberano.

Desde dos años antes, Ramos Horta era responsable de una cartera que ya conocía: la de Exteriores, que mantendría hasta junio de 2005. En 2006 asumió la de Defensa, tras la ola de violencia que había estallado unos meses antes, que puso al país al borde de la guerra civil y acabó con el Ejecutivo de Mari Alkatiri. Poco después, el actual presidente fue nombrado jefe del Gobierno y aunque aseguró que deseaba retirarse tras haber trabajado treinta años en favor de su país, finalmente consideró que «no sería justo» ante las dificultades que afrontaba la joven nación y se postuló como jefe de Estado. El 20 de mayo de 2007 juró el cargo tras ganar la segunda vuelta electoral.

De educación católica -siempre ha contado con la Iglesia como 'socia' en su lucha política-, escritor y políglota -además de su lengua nativa habla español, inglés, francés y portugués-, Ramos Horta está casado con la juez y ex viceprimera ministra Ana Pessoa, y tiene un hijo.