HIPERACTIVIDAD. Niño con dificultades de atención realiza unos ejercicios. / LA VOZ
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Padres de niños con problemas mentales se sienten desatendidos por la falta de psiquiatras infantiles

Una plataforma nacional exige la creación de esta especialidad médica, que no existe en España pero sí en el resto de Europa

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Un niño que no atiende cuando se le habla, tiene problemas de concentración, pasa por estados de euforia y depresión o pega a sus hermanos puede estar sufriendo un trastorno mental. Su forma de exteriorizarlo no se corresponde con la sintomatología de los adultos. Sin embargo, será tratado por un psiquiatra general, porque en España no existe la especialidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil, a diferencia de la mayoría de los países europeos, donde esta rama de la Medicina exige una media de cinco años de formación.

Preocupadas por esta situación, doce madres de niños con problemas mentales se han unido para reclamar a la Administración que reconozca esta titulación dentro de la Psiquiatría y desarrolle una infraestructura de centros de salud mental infantil capaz de dar respuesta a las necesidades de la población.

Ese grupo inicial de madres ha dado lugar a la Plataforma de Familias para la Creación de la Especialidad de Psiquiatría Infanto-juvenil, a la que se han sumado más de cien asociaciones de pacientes, además de varias sociedades científicas y particulares, según explicó su portavoz, Ana Medina. El primer objetivo que se han marcado es recoger 500.000 firmas para presentarlas en el Congreso de los Diputados. Uno de los primeros colectivos en hacerse eco de esta revindicación ha sido el Colegio de Farmacéuticos de Cádiz, que la próxima semana enviará a todos sus miembros una circular pidiendo su colaboración en la campaña. Este es un primer paso «muy importante», según reconoció Lola P. A., farmacéutica gaditana y una de las fundadoras de la plataforma.

Derivados de la falta de especialistas, los principales problemas que tienen los niños con trastornos mentales son la tardanza en el diagnóstico y los errores de tratamiento, que dan lugar a «un verdadero calvario y un peregrinar de consulta en consulta», con la consecuencia de que se pierden «años preciosos» en el desarrollo del niño, según indicó la portavoz del colectivo.

En la provincia, estos pacientes son tratados en la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil (Usmij) de Cádiz, donde los médicos son especialistas en Psiquiatría general y ven a niños y adolescentes hasta los 18 años. Sin embargo, según la Plataforma, en los lugares donde no existen estas unidades específicas los niños son atendidos por los servicios de salud mental de adultos. Otra de las deficiencias del sistema sanitario público, a juicio de los padres, es que no ofrece psicoterapia a los pacientes y aborda su tratamiento sólo con fármacos. La mayoría de las familias se ven obligadas a recurrir a psiquiatras, psicólogos y logopedas privados para poder ayudar a sus hijos.

El problema de estas patologías es que, si no son atajadas a tiempo, se cronifican y dan lugar a la aparición de nuevos trastornos, que hacen más difícil la vida del niño, su desarrollo escolar y su convivencia en el hogar. «El niño, cuando llega a adolescente sin haber sido tratado, está estigmatizado y tiene una gran falta de autoestima. En la casa es el raro, el trasto, y en el colegio se ha quedado descolgado. Y muchos se meten en problemas», apuntó la representante de Cádiz.

Por eso la salud mental infantil y juvenil tiene, ante todo, un carácter de «medicina preventiva», que puede ahorrar muchos costes posteriores al sistema sanitario, según subrayó el doctor Conrado Montesinos, psiquiatra infanto-juvenil formado en Portugal y que pasa consulta en la provincia.

rheredia@lavozdigital.es MÁS INFORMACIÓN I Plataforma de Familias para la Creación de la Especialidad de Psiquiatría Infanto-juvenil www.plataformafamilias.org