Los aspirantes republicanos a la presidencia de EEUU, John McCain y Mitt Romney. /AP
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McCain y Romney pelean por mostrar el perfil más conservador

Los aspirantes republicanos a la presidencia de EEUU evidencian sus diferencias sobre la estrategia en Irak, el problema de la inmigración y sus capacidades para dirigir el país

SIMI VALLEY Actualizado: Guardar
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Los aspirantes republicanos a la presidencia de EEUU, John McCain y Mitt Romney, han evidenciado sus diferencias sobre la estrategia en Irak, en un choque que se repitió con el problema de la inmigración y sus capacidades para dirigir el país. Los dos candidatos, tras las primarias de Florida, han monopolizado un debate, el último para estos contendientes previo al "supermartes" del 5 de febrero y en donde las ganas por demostrar cuál de los aspirantes posee un perfil más conservador ha eclipsado los demás temas.

Romney ha dicho que McCain "jugó sucio" al acusarle de apoyar una fecha de retirada para las tropas desplegadas en Irak justo antes de la celebración de las primarias en Florida.

El senador por Arizona ha recordado al candidato mormón que apoyó la retirada de las tropas cuando dijo en abril que los gobiernos de EEUU e Irak deberían establecer "calendarios" que no se hicieran públicos. "Calendarios es la palabra tras las que se ocultan quienes desean la salida de Irak", ha afirmado McCain.

El ex gobernador de Massachusetts ha asegurado que no apoya la retirada de las tropas. "¿Cómo es que es usted el experto en mi posición?", ha preguntado dirigiéndose a McCain.

Poco protagonismo para los secundarios

La discusión ha tenido lugar en la biblioteca-museo de Simi Valley (California), donde reposan el cuerpo del ex presidente Ronald Reagan y la mayor parte de los objetos relacionados con su legado. Ante la imponente presencia del avión presidencial "Air Force One", que transportó a Reagan y a su revolución por Estados Unidos y el mundo, los dos principales candidatos republicanos han eclipsado a los demás participantes: Mike Huckabee y Ron Paul.

Desde el primer momento el debate se ha transformado en una lucha de poder a poder entre McCain y Romney, ante unos Huckabee y Paul un tanto desdibujados que, no obstante, han sabido aprovechar sus escasos momentos de protagonismo.

McCain ha asestado un duro golpe al expediente de Romney al mantener que durante su mandato como gobernador, "el índice de creación de puestos de trabajo (en Massachusetts) fue el tercer peor del país". "Yo estoy orgulloso de mi historial, de alcanzar retos y de convertir en realidades las promesas. Eso es lo que los estadounidenses quieren que hagamos", ha asegurado.

Inmigración

Respecto a la inmigración, Romney ha señalado que "quien llega al país como ilegal debe volver a su casa y esperar la cola como los demás que también quieren estar aquí".

McCain, que admite que ahora no votaría por un camino hacia la ciudadanía para los indocumentados como parte de su plan de reforma migratoria, ha asegurado que para el pueblo estadounidense "reforzar la frontera es la principal prioridad".

"Si no construimos un muro seguro y simplemente tenemos la puerta abierta por donde la gente puede entrar y salir a su antojo, nunca vamos a solucionar este problema con efectividad", ha indicado Huckabee.

¿Quién es más conservador?

La pregunta central que rodeó la discusión ha sido cuál de todos los candidatos es el más conservador.

Romney ha enumerado una larga lista de razones por las que, en su opinión, McCain no respondía a ese perfil, como el hecho de haber votado en contra del recorte de impuestos promovido por el presidente, George W. Bush.

El ex gobernador ha cerrado su exposición con la afirmación: "Si recibes el apoyo del New York Times, probablemente es que no eres conservador". A lo que McCain ha contestado: "Déjeme decirle, gobernador, que he recibido el apoyo de los dos periódicos de su ciudad natal".

"¿Estamos ahora mejor que hace cuatro años?", ha espetado el moderador del debate, Anderson Cooper, parafraseando a Reagan durante la campaña electoral de 1980.

McCain no ha dudado en afirmar que el país, en general, vive una situación mejor aunque afronta "un reto muy serio", en alusión a la economía.

Huckabee y Paul, persistente en su discurso acerca de la reducción de gastos, reducción de impuestos, menores regulaciones y liberación del mercado, han mantenido que el país no vive una situación mejor hoy día, aunque no cargaron las tintas sobre Bush y echaron las culpas a los miembros del Congreso.

La suerte de cara al "supermartes" está echada para los republicanos, quienes han intentado convencer a los estadounidenses de aquello que ya advirtió Reagan: "Las mejores mentes no están en el Gobierno. Si lo estuvieran, las empresas se las hubieran llevado".