DUELO. Villa, protagonista del primer gol valencianista, intenta regatear a Perea. / EFE
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El Atlético de Madrid resucita al Valencia con sus errores defensivos

Los 'chés' se aferran con un pobre juego a la oportunidad de jugar en Europa Los de Aguirre remontaron la eliminatoria a los 19 minutos, pero luego cedieron

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No podía ser otro equipo más que el Atlético de Madrid el que resucitase al Valencia. El equipo de Aguirre también se ha quedado sin Copa, la única competición a la que siguen agarrados los valencianistas para salvar su desastrosa temporada y aspirar a estar de nuevo en Europa. Con muy altas expectativas rojiblancas a principios de curso, la crisis del Valencia no tardará en trasladarse al equipo del Manzanares, en profundo declive desde la derrota ante el Madrid . El Calderón ya está acostumbrado a batacazos de este calibre, aunque el Atlético, pese a su pésimo fútbol, hiciese soñar a sus seguidores cuando consiguió remontar la eliminatoria en 19 minutos. La alegría sólo le duró 10, porque el Atleti volvió a pagar sus errores defensivos ante un Valencia muy discreto que, a falta de tranquilidad y juego, también recurrió a la efectividad y manejó mejor el encuentro.

Ni el más optimista de los hinchas rojiblancos podía pensar en que el Atlético conseguiría remontar la eliminatoria a los 19 minutos. Pues lo consiguió, aunque saltó al campo a esperar al Valencia, a jugar a la contra, y por su descontrol en defensa vio cómo le igualaban el encuentro: 2-2 con cuatro disparos a puerta. Tuvo que ser un gol en propia puerta, no de Eller, que se encontraba junto a Miguel, el que abriese el marcador sin que el Atlético hubiese enlazado una jugada. El segundo tanto, un contragolpe que acabó con golazo del Kun.

Sin embargo, no hubo que esperar mucho para ver el primer gran despropósito defensivo del Atlético en el que Falcón, descolocado, comprobó cómo un balón rebotado en Cléber se alojaba con lentitud en su red. El Atlético siguió a la expectativa, hasta que en otra llegada, sin que Eller lograse romper el fuera de juego, un magnífico zurdazo de Mata puso el empate. Y esta vez no estaba en el centro de la defensa Pablo, señalado como gran culpable de la ruina ante el Real Madrid.

Hacia arriba

A dos goles de distancia de las semifinales, no le quedaba otra al Atlético que irse arriba, y al menos en los primeros minutos tras el descanso comenzó a presionar en campo contrario y a empujar. Agüero y Forlán volvieron a animarse y el uruguayo, que siempre intentó decidir con disparos desde lejos, pudo recortar diferencias si no se hubiese encontrado con el poste en el 51. Javier Aguirre no quiso esperar más para recular y sacar a Raúl García, a quien había dejado en el banquillo, retirar al desafortunado Eller, y dejar una defensa con sólo tres hombres, pese a que el Valencia amenazaba cada vez más con la velocidad y desborde de Joaquín y los mediocampistas locales tenían que multiplicarse.

A falta de juego, el Atlético logró el tercero a balón parado, inmediatamente después de que Falcón salvase un disparo de Villa, cuando Valera aprovechó una indecisión de Hildebrand. El entusiasmo volvió al Calderón, con el duelo convertido durante unos minutos en un choque sin tregua, de ida y vuelta, en el que sólo faltó la resolución. El Atlético había recuperado las alas, pero de forma ficticia, porque no fue el que pasó a dominar ni insistió en intentar echar atrás al Valencia. Fue el equipo de Koeman el que dispuso al principio de la pelota con el reloj corriendo a su favor en una recta final en la que hubo demasiado miedo por parte de ambos. Para ser fiel a su tradición, el impotente Atlético , volcado a la desesperada en los últimos minutos ante un rival encerrado en su área, volvió a ser el perdedor. Ninguna sorpresa.