FORUM. El presidente fue sondeado por los temas de actualidad. / EFE
ANDALUCÍA

Chaves revela que hay conversaciones entre las cajas para nuevas fusiones

El mandatario defiende con optimismo el futuro de la economía andaluza

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El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, reveló ayer en un desayuno informativo en Madrid que las cajas de ahorros andaluzas mantienen conversaciones encaminadas a nuevas fusiones, aunque no quiso dar detalles sobre entre cuáles de las cinco entidades existentes. El mandatario andaluz reiteró, eso sí, su aliento para que tales fusiones se lleven a buen término. Este ánimo no es nuevo en el discurso político de Chaves, candidato a renovar por sexta vez su cargo al frente de la Junta de Andalucía. Todo el mundo económico y financiero conoce el empeño que Chaves ha puesto desde hace más de una década en la consecución de una gran caja andaluza que pueda medirse con la Caixa catalana y Caja Madrid. Objetivo sólo posible con la unión de las entidades regionales, pero que ha encontrado polémicas dificultades debido a la rivalidad provincial.

Una vez fusionadas las sevillanas El Monte y Caja San Fernando, dando a luz Cajasol, y puesta a prueba el buen entendimiento financiero entre todas con el Banco Europeo de Finanzas, Chaves es más optimista y ve próximo su sueño político. Así lo expresó ayer en el debate propiciado en Madrid por Nueva Economía Forum. Ante un auditorio diverso -periodistas, empresarios, ministros de Zapatero, entre ellos Magdalena Álvarez, y dirigentes de su partido- el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves aseguró conocer que «hay conversaciones» entre entidades que estudian nuevas posibilidades para la fusión. No obstante, mantuvo que es una decisión que no corresponde a la Junta sino a las propias cajas. El presidente andaluz agregó: «Yo aliento esos pasos, pero son ellas los que tienen que darlos», en función de su «autonomía y su asamblea», explicó.

Chaves también hizo una advertencia a las comunidades autónomas ante la inminente campaña electoral, de que, «si se lanzan» a una política de rebajas fiscales por un posible interés electoralista, con la consiguiente merma de ingresos propios, no reivindiquen luego más dinero al Gobierno de la nación, lo que implicaría que este tuviera que subir los impuestos.