Poniéndose en el pellejo de los discapacitados

La plaza del Arenal se convirtió ayer en un circuito improvisado que simulaba las barreras que en muchas ocasiones se encuentran las personas con discapacidad en su quehacer diario en una ciudad cualquiera. Y fueron los más jóvenes, en este caso 300 alumnos de Secundaria de Jerez, los destinatarios de la finalidad educativa que tenía. No en vano, fueron ellos quienes tuvieron que completarlo -incluso con los ojos tapados- para darse cuenta de las mencionadas dificultades para los que sufren de una discapacidad.

Así, los escolares recorrieron itinerarios con bastón y antifaz, practicaron el goalball, superaron obstáculos en silla de ruedas y asistieron a una clase práctica de la lengua de signos. A lo largo de estas dos jornadas -ayer y hoy- asistirán estudiantes de los centros educativos de La Salle, Tartessos, María Auxiliadora, San Juan Bosco y Montealto. Esta actividad estará abierta el próximo domingo día 1 de diciembre a toda la ciudadanía en general.

El director general de Bienestar Social y del Mayor, José Manuel Jiménez, y el director de la Once de Jerez, Ramón Zambruno, inauguraron por la mañana este circuito de accesibilidad y sensibilización en torno a las barreras arquitectónicas y la comunicación que, dentro de la programación de actos del IV Ciclo de Actos en torno al Día Mundial de la Discapacidad, estará instalado en la plaza del Arenal hasta hoy.

Conciencia

José Manuel Jiménez subrayó que el acto «va dirigido a los más pequeños para que tomen conciencia de las barreras que a diario deben superar las personas con discapacidad que, por otro lado, nos demuestran que poseen otra capacidad».

El director general de Bienestar Social y del Mayor manifestó que «es importante que la sociedad se implique más con las personas con discapacidad y, de este modo, estas personas puedan realizar un normal desarrollo de su vida. La ciudadanía tiene que asumir que las barreras es un tema de todos los ciudadanos no solo de las administraciones. Nosotros realizamos programas de concienciación y trabajamos con organizaciones como la ONCE para que nos ayuden en la eliminación de estas barreras».

Por su parte, Ramón Zambruno, director de la ONCE, advirtió que muchas de las barreras no son fijas sino que responden a actitudes personales. «Hay que intentar educar porque un coche mal aparcado, una valla de obra sin señalizar también es una barrera. Es importante concienciar a los más pequeños para que transmitan estos mensajes a sus padres», indicó Zambruno.