FIRMA. Ante notario y con dos testigos, los vecinos de San Benito rubricaron las escrituras de sus viviendas. / TAMARA SÁNCHEZ
Jerez

Los vecinos comienzan a adquirir la titularidad de sus viviendas por 1.258 euros

Varias familias firmaron en la Sala Compañía las escrituras de sus casas, mientras otras 42 aún aguardan a que finalicen los trámites

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Para las 35 familias que acudieron ayer a las instalaciones de la Sala Compañía, ayer se cumplió uno de sus deseos más esperados: al fin se convertían en propietarios de pleno derecho de unas viviendas donde han formado un hogar. Son los primeros vecinos de las casitas bajas de San Benito en adquirir la titularidad de sus viviendas y eso se reflejaba en sus caras. Nerviosos y visiblemente agradecidos esperaban su turno para firmar, con dos testigos y ante notario, las escrituras de estos inmuebles. A cambio tendrán que pagar la Junta de Andalucía -que hasta la fecha era la propietaria de las casas- una simbólica cantidad: 1.258 euros.

El acto, que se repetirá en los primeros meses de 2008 ya que se estima que esa será la fecha en la que se convocará a las 42 familias restantes que aguardan a que finalicen los trámites para ello, contó con la presencia del delegado provincial de Obras Públicas, Pablo Lorenzo, que insistió en que «ésta es la primera tanda, luego vendrán más ya que hay muchas familias que han solicitado la titularidad de sus casas. Todas las viviendas que se están escriturando han sido rehabilitadas anteriormente y es que no hay que olvidar que estamos trabajando en todo el barrio para embellecer el entorno».

Eso sí, «la titularidad de la vivienda sólo será adquirida si así lo demanda el inquilino de ésta», recordó la alcaldesa, Pilar Sánchez. De hecho, «en el caso de que algún vecino no quiera la titularidad de su vivienda puede seguir como hasta ahora».

Hay que recordar que este proceso de compra-venta simbólico puesto en marcha por la Junta comenzó a dar sus primeros pasos el pasado mes de febrero tras un largo proceso de negociaciones con los residentes en la zona. El problema radicaba en el alto número de personas que se han asentado en las viviendas sin que éstas se les adjudicara en el año 1.967 como alojamientos provisionales.