UNIÓN. Los vecinos de la urbanización Nazaret se mostraron unidos durante la concentración espontánea que protagonizaron ayer. / T. S.
Jerez

La cesión de un solar enfrenta a los vecinos de Nazaret y Ayuntamiento

Los residentes en la zona aseguran que la explanada «pertenece al barrio» Ha sido cedida a la Iglesia Evangélica

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los vecinos de la urbanización Nazaret, ubicada a escasos metros de las nuevas instalaciones del CEIP Blas Infante, se echaron ayer a las calles para impedir que los operarios de Infraestructura cercaran, a primera hora de la mañana, un solar situado en la calle Parque Doñana. Y es que esta explanada «ha sido cedida por el Ayuntamiento a la Iglesia Evangélica El Buen Pastor, algo que nosotros no entendemos. De hecho, este terreno nos pertenece a nosotros, es del barrio», insistieron estos ciudadanos.

Y es que «los vecinos a lo largo de estos ocho años hemos cedido dos solares, que nos pertenecían a nosotros, al Ayuntamiento: uno para el nuevo Blas Infante y otro para la construcción de un centro cívico. Unas instalaciones que se nos prometieron y que ahora el Ayuntamiento no piensa hacer», según explicó a este medio Silvia Tordesillas, vecina de la zona.

Ella y más de medio centenar de vecinos protagonizaron una concentración espontánea en la explanada que «nos quieren quitar», ya que desde este colectivo tienen muy claro que «nosotros cedimos los terrenos al Consistorio para un fin concreto y no vamos a consentir que éste ceda a su vez un suelo que no es suyo. Necesitamos ese centro de barrio y vamos a luchar por él. Somos 550 familias y estamos dispuestas a manifestarnos donde sea», sentenció otra de las residentes de la calle Parque Doñana.

A medida que pasaban los minutos, el enfado de los vecinos iba en aumento especialmente cuando una trabajadora perteneciente a la Delegación de Infraestructura intentó calmar los ánimos de los asistentes solicitándoles que permitieran el cercado del terreno. «Si lo consentimos lo perdemos», se decían unos a otros. «Nos han dicho que las vallas son para impedir que se acumule suciedad en la parcela, algo que no es otra cosa que una mentira más. Tenemos zonas verdes entre nuestras casas que se han convertido en auténticos vertederos -donde hemos encontrado de todo- y de esos espacios ¿no se preocupan?», apostillaban un grupo de mujeres con indignación.

Ante esta contundente respuesta vecinal, el cercado finalmente no se acabó de colocar en torno a los más de 1.500 metros cuadrados de explanada donde «debía levantarse un centro de barrio y no otra cosa». «En esta zona no hay nada para nuestros hijos, necesitamos un lugar al que acudir cuando nos reunamos -hasta la fecha lo hacíamos en la calle-, un espacio donde podamos dar cursos... en definitiva, un sitio para nosotros», subrayó Silvia.

Para solventar este problema un grupo de vecinos (encabezados por los presidentes de cada comunidad de propietarios) tienen previsto reunirse con la delegada de Participación Ciudadana, Miriam Alconchel, hoy mismo. Un encuentro que parece que no frenará las futuras acciones de los residentes de esta urbanización ya que «el próximo viernes nos manifestaremos».

«Ésta es la consecuencia de actuar con una política de hechos consumados. El Ayuntamiento ha jugado con nosotros y sólo nos cuenta mentiras», concluyó otro de los afectados.

braguilar@lavozdigital.es