EXPERTO. Vicente Rubio, en el edificio de Diputación. / NURIA REINA
VICENTE RUBIO JEFE DEL SERVICIO DE PSIQUIATRÍA DEL HOSPITAL NUESTRA SEÑORA DE GRACIA DE ZARAGOZA

«Las drogas estimulantes producen más patologías psiquiátricas que la heroína»

Vicente Rubio considera que los servicios de Psiquiatría no están preparados para atender a los pacientes toxicómanos

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El aumento del consumo de sustancias estimulantes ha propiciado un incremento de los trastornos de la conducta en los jóvenes, si bien no todos los cuadros patológicos en pacientes toxicómanos tienen su origen en el abuso de drogas. De estas y otras cuestiones habló esta semana el doctor Vicente Rubio, jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza, en una jornada que organizó el Servicio Provincial de Drogodependencias de Cádiz dirigida a médicos, psicólogos, educadores y trabajadores sociales.

-¿Qué relación tienen los trastornos de la personalidad con el consumo de drogas?

-Es compleja la relación que hay entre el consumo de droga y los trastornos de personalidad, porque es un poco como el huevo y la gallina. Hay consumos o sustancias que pueden llevar a un cambio en la personalidad y hay trastornos de la forma de ser que llevan al consumo de sustancias. No está claro que unos lleven a otras, hay una gran interrelación y es lo que algunos técnicos llaman patología dual, que es la simultaneidad entre el consumo y la forma de ser impulsiva o la personalidad patológica.

-¿Qué probabilidades tiene una persona que consume droga habitualmente de desarrollar este tipo de trastornos?

-Lo que sí se sabe es que sustancias como la heroína sí que pueden llevar a modificar la forma de ser, bien porque siempre ha sido la droga más desprestigiada, se ha movido por ambientes más marginales, y eso ha llevado a que en esa persona aparezca un trastorno de personalidad antisocial. Por otra parte está la gente con trastorno de personalidad impulsivo, que esa impulsividad la canalizan mediante sustancias, fundamentalmente las estimulantes del sistema nervioso central, cocaína, anfetaminas, speed, etc. Las drogas estimulantes del sistema nervioso central pueden provocar también episodios concretos secundarios al efecto de esas sustancias: agresividad, episodios psicóticos, delirios, alucinaciones, manías persecutorias, que se pueden dar en consumidores de estimulantes independientemente de la dosis. Luego están los que consumen tóxicos o drogas con efectos «terapéuticos». Suelen ser personalidades con timidez patológica, que tienen fobia a relacionarse con la gente. Y comprueban que con una copa de alcohol, una anfetamina o una raya de cocaína, esa timidez desaparece. Lo que inicialmente es un «beneficio» para ese sujeto le lleva a un consumo perjudicial y se engancha o depende de esa sustancia.

-¿Son los trastornos de personalidad el primer síntoma de que un joven está consumiendo drogas?

-Más que el trastorno de personalidad los trastornos de conducta, que pueden ser uno de los síntomas más llamativos que nos avisan de un consumo de sustancias. Ahora son de más uso las estimulantes, speed, anfetaminas, las mal denominadas drogas de diseño, que aumentan la irritabilidad, el descuido personal, hay relaciones agresivas, falta de sueño, mayor suspicacia. Son datos que a los padres les pueden llamar la atención.

-¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a sus hijos?

-La familia es donde nos formamos los seres humanos. Tienen que tender a ser menos protectoras y más educativas, en el sentido más amplio de la palabra educación, porque esa tarea no es competencia de los educadores. Los educadores forman, pero quien educa es la familia y el niño tiene que tener muy claro desde recién nacido que hay unos límites en la vida y una serie de valores básicos. Y eso llevarlo con coherencia a la práctica desde muy pequeño. La sobreprotección no es la forma más adecuada de educar a un niño.

-Los pacientes con problemas mentales son tratados por separado en los centros de drogodependencia y de salud mental. ¿Cree que debería existir mayor coordinación entre estos servicios?

-Es imprescindible la coordinación, pero es un tema técnico. Son las redes de unas y otras instituciones que tendrían que llegar a una síntesis, pero para eso hace falta el presupuesto o la intervención de los técnicos políticos para que hagan unas unidades de control o de coordinación entre la red de tóxicodependencias y la red de salud mental para esas patologías duales. Existe la patología dual, pero no todo el toxicómano tiene una patología dual.

-Sin embargo, el porcentaje de personas con esta patología es cada vez mayor.

-Hoy en día sí, porque el patrón de consumo más alto es el de las drogas estimulantes, que producen más patologías psiquiátricas que la heroína. La heroína daba patología social y problemas de tipo infeccioso por el patrón de consumo. Pero en la cocaína y las anfetaminas está comprobado que los brotes psicóticos se están viendo con más frecuencia que antes y es por la sustancia en concreto.

-¿Están los servicios de psiquiatría preparados para afrontar las repercusiones de las nuevas drogas?

-Los servicios de psiquiatría en general no están preparados. Es más, han sido más bien animadversivos hacia los toxicómanos, no les interesaban mucho, son gente molesta, gente que incordia.

rheredia@lavozdigital.es