EL FORO

Políticos de caricatura

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Cualquier persona que pretenda comunicar con convicción un mensaje debe poseer al menos un talento: el dominio de la palabra. La guinda sería tener además carisma, esa virtud tan difícil de definir y de encontrar que, se tiene o no se tiene. Hoy tenemos dos grandes líderes que ni una cosa ni otra. El amigo Zapatero, en lugar de intentar corregir un flagrante error de pronunciación se regodea en él y aprueba una campaña publicitaria focalizada en su forma de hablar. Sencillamente lamentable. Encima dice que él prefiere «jugar» con las palabras antes que «golpear» con ellas (ha sido parte de su respuesta esta semana en el senado a los ataques del PP). Antes ya aprobó otro video estúpido en el que se pretendía ridiculizar a las juventudes del PP, aunque sin mencionar a los cachorros populares, claro. Zapatero es una caricatura y con personajes como él, los guionistas del guiñol se frotan las manos, porque desde luego da mucho juego.

Ahora pasemos a Mariano. ¿Por qué ningún asesor le ha obligado a ir a un logopeda? ¿No se da cuenta el señor Rajoy que su «s» sibilante invita al cachondeo? Su defecto no es nuevo e imagino que habrá tenido oportunidad de intentar corregirlo. Pero parece que no ha tenido demasiado interés en mejorar su forma de hablar o bien ha sido incapaz de mejorar su dicción. Cada vez que le oigo me resulta cómico y creo que no soy el único al que le pasa. Así es complicado que su mensaje cale en el electorado. Aunque, los votantes son sorprendentes y hace ocho años encumbraron a otro líder que también era y es de chiste. Está jubilado de la política y se ha reconvertido en asesor de empresa y escritor pero Aznar sigue siendo el mismo, como ha demostrado recientemente al presentar su último libro. ¿Cuándo aparecerá en España un gran político carismático, con poder de convicción y habilidad en la oratoria? ¿Es tan difícil? Pues parece que en estos tiempos, sí.