Una joven violinista se recluye en una burbuja de cristal para componer durante una semana

Vivienda de 30 metros cuadrados, con vistas a la Puerta de Alcalá y con paredes de cristal. Es donde está viviendo la violinista Patricia Argüelles. A la vista de todo aquél que lo desee, buscará la inspiración durante una semana. Sólo puede comunicarse con el exterior a través de internet, pero la mayoría no son tan lanzados.

Para saber cómo está y cómo se encuentra hay que recurrir al método tradicional del papel. A algunos les preocupan las cosas más prácticas, pero ella sí come y limpia. Quiere ver bien a los que la miran. Y el violin lo toca, no a todas horas, pero lo toca y el último día interpretará lo que haya compuesto durante su encierro.