La fortaleza del euro inquieta al BCE, que mantiene el precio del dinero en el 4%

El presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, dejó a un lado ayer el guión que utiliza cada mes para justificar las decisiones sobre política monetaria de la entidad y prefirió utilizar un severo lenguaje para advertir sobre las consecuencias negativas que puede tener para la economía la imparable alza del euro frente al dólar.

«En un periodo reciente he observado movimientos que son, sin ninguna duda, fuertes y abruptos y, como ya lo he dicho, estos movimientos brutales nunca son bienvenidos», dijo Trichet. Hace dos años, la autoridad monetaria utilizó con éxito un lenguaje similar para frenar la tendencia al alza del euro respecto al dólar, pero ayer, la moneda única europea se preparaba para marcar un nuevo récord.

A causa de la fortaleza del euro y de la crisis que aún afecta a los mercados financieros, el BCE decidió mantener los tipos de interés en el 4%, aunque advirtió de que el reajuste de los riesgos en los mercados financieros había provocado «inseguridad».

La institución, como recordó Trichet, también está preparada para contrarrestar los riesgos al alza de la inflación en la zona euro. «El Consejo de Gobierno vigilará muy de cerca todos los acontecimientos», insistió. Como era lógico, expresó su preocupación por los niveles actuales de la inflación, que alcanzó en octubre un 2,6%, seis décimas por encima del objetivo oficial del Banco y advirtió de que el encarecimiento del petróleo y de los alimentos contribuirán a que la inflación permanezca por encima del 2% en los próximos meses.