«Gusta pero no llega»

lantearse un montaje como el Don Juan hoy día es, hasta cierto punto, ocioso artísticamente hablando pues no deja de ser una herramienta para la sola ilusión del espectador, o bien, la osadía de rescatar un clásico de poca trascendencia para los tiempos que corren. En la propuesta de los valencianos L'Om-imprebís la resolución escenográfica y luminotécnica es lo más brillante y significativo de la puesta en escena, aunque dicho sea de paso, esta composición de distintos espacios escénicos a través de módulos y plataformas ha sido ya muy utilizado. Desde mi punto de vista los cuadros son demasiado coloridos para una historia que necesitaba mucha más fuerza en los roles interpretativos más que en su plasticidad, sobre todo tratándose de un personaje tan desalmado y voluble como lo es Don Juan. La podredumbre humana de este personaje no llega por ningún punto por mucha fanfarria o luminosidad de la propuesta. Lo más desafortunado de este espectáculo es constatar dentro de un festival como este iberoamericano de teatro que nuestra escena española se sigue sustentando en el trabajo de actores que creen que la impostación de la voz y una presencia más o menos resolutiva lo consigue todo.