TIMBRE 4. La compañía ha tenido mucho éxito en Argentina. / L. V.
Cultura

La compañía Timbre 4 trae al FIT un personal análisis de las miserias familiares

La compañía argentina presenta su obra revelación 'La omisión de la familia Coleman' esta noche en La Lechera

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«Venimos a hacer teatro a la tierra de nuestros abuelos. Esto es maravilloso». El actor argentino Lautaro Perotti disfrutaba ayer del encuentro cultural que renace cada año en el Festival Iberoamericano de Cádiz. La obra que protagoniza junto al resto del plantel de la compañía Teatro Timbre 4, La omisión de la familia Coleman, les subirá esta noche a las nueve al escenario de la Sala Central Lechera después de llevar más de tres años de éxito por teatros de todo el mundo.

El reencuentro de Perotti con sus raíces andaluzas es como «un juego del destino». El recuerdo a sus antepasados que experimenta estos días por las calles gaditanas tiene que ver mucho con la temática de la obra que subirá hoy a las tablas de La Lechera: la familia, a través de la particular visión del autor Claudio Tolcachir, es lo que les ha devuelto precisamente a Cádiz. «Más allá de los lugares, este es un tema universal».

Drama con humor

Obra revelación en Argentina, La omisión de la familia Coleman es un ejercicio de reflexión, a través de los roles que encarna cada actor, sobre las relaciones, amores y odios, que unen a las personas de mismo apellido. El microcosmos en el que se mueven, la convivencia del espacio común, les condena a entenderse. El problema nace de la incomprensión. Cuando el egoísmo que les atrapa les impide ver y asimilar más allá de sus propios problemas. Las difíciles relaciones que les preocupan es el hilo conductor de la obra en la que «se mezcla el drama y la mezquindad humana con inesperados puntos de humor negro», explica el actor que interpreta a uno de los perturbados personajes.

La creación

Ya la obra nació hace tres años de un modo un tanto particular. Como recuerda Perotti, el autor, el escritor argentino Claudio Tolcachir, reunió a la compañía. «Nos hizo una oferta pero nos dijo que no tenía texto aún, que lo escribiría para nosotros. Estuvimos meses improvisando en su casa, hicimos un duro trabajo de investigación actoral y, a partir de ahí, fueron naciendo los personajes». Este proceso creativo le valió a Tolcachir el reconocimiento de los circuitos alternativos de su país, pero además, el triunfo en las taquillas más comerciales. «El material que tenía era tan rico que me hubiera dado para siete obras más», dijo el escritor al terminar La omisión de la familia Coleman.

El personaje que interpreta Lautaro Perotti es Marito. «El único que, dentro de su perturbación, es capaz de decir lo que siente sin filtros». Una sinceridad enfermiza que le convierte en cómplice argumental del espectador. «Lo mejor de la obra es que la gente se olvida que es teatro y tiene la sensación de que nos están espiando». «No destruímos a la familia. Reflexionamos sobre sus males para atacarlos».

malmagro@lavozdigital.es