Prestaciones para enmascarar una realidad de origen ilícito

Los cuerpos policiales también se han encontrado en no pocas ocasiones durante sus investigaciones a miembros de redes de narcotraficantes que cobraban prestaciones sociales que les servían para presentarse como desempleados o ciudadanos en riesgo de exclusión social, y camuflar así una realidad diferente: una situación económica más boyante gracias a unos ingresos que no pueden declararse.

La fortuna de uno de los clanes de traficantes más activo de la provincia, el de la Pinilla, fue investigada el año pasado. Los agentes llegaron a la conclusión que los miembros de esta familia de Sanlúcar usaban las cuentas corrientes para recibir los ingresos de prestaciones por protección familiar, renta agraria y el subsidio por desempleo generado en gran parte por trabajos realizados en centros penitenciarios.

Dichas cuentas mantenían unos saldos medios de escasa consideración y en ocasiones inexistentes, pero el estudio patrimonial cifró en tres millones los bienes 'ocultos de la familia.