Los 88 peldaños de la gente feliz

Peldaño 69: «No pierdas la esperanza: hasta la noche más larga es derrotada por el amanecer»

En este capítulo de «Los 88 peldaños de la gente feliz» te animo a no perder jamás la esperanza

Adobe Stock
Anxo Pérez

Anxo Pérez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Durante uno de los años que viví en Virginia, en EE.UU. (en total pasé casi una década residiendo en aquel país), en mi segundo año de carrera tuve una profesora de canto con la que aprendí muchas cosas. Y no sólo relacionadas con el canto. De todas esas cosas, me voy a quedar con dos. Una que tiene que ver con el aprendizaje, y esa lección la contaré en el siguiente Peldaño, y otra que tiene que ver con cómo enfrentarse a los períodos duros, y de ello hablaré en éste.

Katrina, así se llamaba, acababa de llegar a mi universidad como profesora de la Facultad de Música . Desde casi el primer momento se encontró a disgusto, y por más que lo intentaba, no conseguía encontrar su sitio en esa institución educativa, ni profesional ni socialmente. No conseguía entender por qué lo estaba pasando tan mal, y acababa invirtiendo la mayor parte de su tiempo intentando encontrar una explicación.

«Igual que las pesas de un gimnasio no te destruyen, te robustecen; los retos de la vida no te hunden, te fortalecen».

Anxo Pérez

Todos los días hablaba con su mayor confidente, su hermano, y siempre con la misma pregunta en mente: «¿Por qué me está pasando esto y cómo puedo ponerle fin?». Esta pregunta la estaba consumiendo, y todos los consejos de su hermano servían de poco. Estaba sumida en la miseria, y su miseria no hacía más que crecer. Había entrado en caída libre. Cansado de verla sufrir, un día, su hermano explotó:

—Stop torturing yourself! Stop looking for the explanation. YOU’RE JUST HAVING A BAD YEAR! And everyone is entitled to having a bad year. If you keep on desperately looking for the cause as a remedy to what’s happening to you, then the remedy is going to be more costly than the problem itself. Recognize that it is a bad year and... ACCEPT IT!

[—¡Deja de torturarte! Deja de buscar explicaciones. ¡ESTÁS TENIENDO UN MAL AÑO! Y todo el mundo tiene derecho a tener un mal año. Si sigues buscando la causa desesperadamente como remedio para lo que te está sucediendo, entonces te hará más daño el remedio que el problema. Reconoce que es un mal año y... ¡ACÉPTALO!]

Ese párrafo le cambió la vida.

No se dio cuenta de que estaba sufriendo más por la deseseración de no encontrar la causa del problema que por el problema en sí. Desde el mismo momento en que aceptó el problema, sucedió algo mágico. Y es que... el problema perdió su fuerza.

La mera aceptación supuso el principio del fin del problema. Si estás pasando por un período difícil, entiende que el daño mayor no proviene de la dificultad del período , sino de que tú no lo aceptes. Si eres consciente de este hecho y desde ese mismo instante trabajas en reconocer el problema y aceptar el período, será como extraer el veneno de una serpiente. La serpiente sigue ahí, pero ya no da miedo.

Seguro que en tu caso ni siquiera se trata de un año, sino de un mes, una semana o incluso un día. Lo importante no es su duración. Es tu actitud.

@anxo

#88PeldañosGenteFeliz

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación