Por qué a algunas personas les cuesta más entrenar que otras

Una pregunta surge de manera corriente en muchos ámbitos: «Para algunas cosas, ¿se nace o se hace?». Y el ámbito del deporte no está exenta de ella. A la hora de entrenar, hay quienes encuentran mucha más dificultad que otros . ¿Y esto quiere decir que aquellos que tienen facilidades para el deporte, 'venían con ello de fábrica? No necesariamente.

El equipo de entrenadores de Reto 48 explica que hay muchos factores que influyen en las capacidades deportivas, algunos intrínsecos en la persona y otros ambientales. Por ejemplo, los hombres «tienen una estructura ósea y una masa muscular mayor», pero las mujeres «tienen una resistencia y capacidad de recuperación mayor y más rápida». Esta diferencia («que no es una realidad universal»), influye en la adecuación de la rutina de entrenamiento prescrita y la fidelidad para con ella.

La adecuación de esa rutina, es decir, conseguir crear un hábito, es otro factor fundamental que hace que tengamos éxito, o no, en el deporte. Las personas que tienen mayor predisposición a crear estos hábitos (ya sea en la alimentación, en el trabajo, o el los estudios, por ejemplo) también tener mejor predisposición a tener resultados positivos en la práctica deportiva . El entorno en el que entrenamos es asimismo fundamental. «Algunos gimnasios ven copado sus locales con máquinas de uso libre, con frecuencia esto genera una confusión que lleva a las personas a entrenar menos y de peor, haciendo uso de ellas de manera aleatoria y sin un tiempo y/o intensidad correcta», apunta.

Asimismo, la edad marca grandes diferencias en nuestro organismo y, por tanto, también en nuestras capacidades y forma en la que debemos entrenar. «Mientras que los niveles hormonales propios de la juventud ofrecen una mayor capacidad natural para la recuperación y niveles superiores de energía, en la madurez estos parámetros se ven ralentizados», analizan los profesionales. Aun así, entrenar durante un tiempo prolongado se traduce en grandes cambios: incluso aquellos que empiezan a entrenar en la madurez, consiguen aumentar y mejorar sus capacidades rápidamente.

Así, llegamos de nuevo a la pregunta: «Ser bueno entrenando... ¿se hace o se nace»? Los profesionales de Reto 48 comentan que, aunque hay casos concretos en los que una persona puede mostrar unas aptitudes físicas o psicológicas que lo predispongan a tener más éxito en el entrenamiento, todas las personas son susceptibles de conseguir los mejores resultados si se crea el hábito de entrenar . «Para ello, debemos fundamentarlo siempre en un entrenamiento que permita observar resultados visibles, duraderos y acumulados en el tiempo, clave para que la persona se fidelice con ella y no lo vea como un sacrificio, sino como una forma de vida, de cuidar su salud y un momento para regalarse tiempo para sí misma», concluyen.