Una plaga de conejos devasta plantaciones de algodón en varios municipios de Jaén

Agricultores de Jaén denuncian que una plaga de conejos ha arrasado plantaciones de algodón en las zonas productoras de Mengíbar, Torreblascopedro y Linares. Los daños no se circunscriben a este cultivo, ya que esta especie también ha destrozado sistemas de riego por goteo del olivar e incluso balsas. Los afectados exigen a la administración que emplee las medidas legales necesarias para combatir los efectos nocivos de la fauna silvestre en sus parcelas.

La coordinadora de organizaciones de agricultores y ganaderos (COAG) resalta la impotencia de los productores de algodón para resolver un problema que le ha generado importantes pérdidas económicas a numerosos personas vinculadas con la explotación agraria. Una de ellas, Remedios Peña, denuncia la acción de los conejos en sus tierras de Mengíbar, donde han devastado más de una hectárea de cultivo de algodón.

Peña aclara que el destrozo causado por la plaga de conejos afecta a una gran cantidad de agricultores, por lo que, para erradicar la plaga, la COAG-Jaén exige que se tomen las medidas oportunas. En este sentido, Carlos Carrillo, de la empresa de gestión medioambiental CISTA, colaboradora de la organización, aclara que existen mecanismos legales para buscar posibles soluciones y hacer frente a los efectos adversos. Expone, en concreto, que en las explotaciones agrarias que se hallen en terrenos libre es posible realizar un informe técnico del control de daños y solicitar a la administración de forma excepcional la captura mediante hurones y red de los conejos para trasladarlos a otra zona.

Por su parte, en aquellas explotaciones agrarias que se encuentren en zonas de cotos de caza, será el plan técnico de caza el que deba decidir qué acción llevar a cabo para acabar con esta amenaza. Precisa que cabe la posibilidad de utilizar también mecanismos como la captura con hurones y redes, de forma que se eviten problemas a los agricultores y, además, se lleven los conejos a zonas donde no estén presentes y se favorezca tanto la práctica de la caza como la opción de alimento a sus predadores.