Nuevos daños en la estatua de Gómez Aguilar

Es, definitivamente, una estatua con mala suerte. El busto erigido al que fuese párroco de la Trinidad Antonio Gómez Aguilar ha tenido un nuevo problema que, esta vez, no se pueda imputar exclusivamente al vandalismo. Sencillamente, porque no es como los otros problemas que se han producido en la figura.

Si hasta el momento todo eran pintadas con cruces invertidas y unos mensajes más bien difíciles de entender, ahora lo que se ha caído es el revestimiento del pedestal, una pieza que cayó a plomo no se sabe si por motivos «naturales» o con la ayuda de la acción humana.

Los operarios de Sadeco han tenido que realizar varias visitas de campo al busto que realizó el escultor José Manuel Belmonte y que se pagó con el apoyo de los parroquianos de la Trinidad para recordar al gran impulsor de la Obra Pía.