Del «nuevo agravio a Córdoba» a «tenemos que devolver un millón»

Lo que cambian las cosas: a finales del mes de agosto de 2015, con el cogobierno del PSOE e Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Córdoba recién estrenado, se desató una tormenta política a cuenta de la reducción de la cantidad asignada por el Gobierno central a la capital para la realización de obras en la ciudad. La suma inicial que consignaban los Presupuestos Generales del Estado era de 5,5 millones de euros, pero el Ejecutivo decidió dejar el montante final en 2,5 millones para destinar los 3 millones restantes a los damnificados porel terremoto de Lorca. Esos 2,5 millones son con los que contaba el Consistorio cordobés para poner en pie el plan «Mi barrio es Córdoba»: pero la ciudad se queda sin un millón porque el bipartito no ha sido capaz de certificar nada más que el 60 por ciento de las obras.

Nada queda ya, a lo que parece, de la agria crítica que mostraron la alcaldesa, Isabel Ambrosio (PSOE), y el primer teniente de alcalde, Pedro García (IU), contra el Gobierno central del PP por esta decisión. La regidora declaró que se trataba de «un nuevo agravio del PP a Córdoba, que reiteraba y profundizaba en el maltrato que se ha propiciado a la ciudad en el proyecto de Presupuestos para el año que viene [por 2016]».

La regidora fue muy dura: «El PP no ha superado aún la pérdida democrática de la Alcaldía de Córdoba, porque no hay ninguna otra razón lógica ni plausible para explicar esta agresión por parte de Rajoy», dijo la alcaldesa en un comunicado de prensa remitido a los medios de comunicación.

Más lacónico fue el primer teniente de alcalde, Pedro García. Pero igual de contundente: «Esto es un robo», señaló.

Las supuestas víctimas del desfalco no han sabido aprovechar los caudales que quedaron a salvo...