Un aparcacoches ayuda a estacionar a un hombre en los alrededores del Arcángel
Un aparcacoches ayuda a estacionar a un hombre en los alrededores del Arcángel - RAFAEL CARMONA
SEGURIDAD

El mapa de los «gorrillas» en Córdoba

Ninguna empresa tiene concesión municipal para vigilar los aparcamientos, pero la actividad prolifera en cada barrio

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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Están por todas partes. Puede vérseles en los solares utilizados como aparcamiento en varias zonas de la ciudad -por ejemplo junto a la estación de autobuses o a las espaldas del estadio Enrique Puga- e incluso en avenidas como la de la Victoria, en Gran Vía Parque, en Conde de Vallellano o en el mismo Centro en días festivos en los que la zona azul queda inoperativa. Indican a los conductores sobre la existencia de huecos libres, les orientan para realizar el estacionamiento de forma segura y garantizan que a su regreso el coche seguirá tal y cómo se dejó. A cambio, piden un dinero que el ciudadano puede entregar con carácter voluntario. Sí, voluntario, porque el Ayuntamiento no les ha concedido ningún tipo de autorización para cobrar por el aparcamiento.

El problema siempre ha sido que la inmensa mayoría de los conductores se sienten obligados a hacerlo por temor a represalias.

El fenómeno de los «gorrillas» ha evolucionado con el tiempo. Si antes esta actividad irregular -que no ilegal- solían realizarla personas inmigrantes o con serios problemas económicos, ahora estos conviven con otro tipo de aparcacoches que ofrecen una imagen profesional e incluso aportan al propietario del vehículo un ticket a modo de factura si éste accede a pagarles un euro por el servicio. Ataviadas con chalecos amarillos reflectantes, estas personas trabajan para empresas de inclusión, sobre las que UGT puso recientemente la lupa crítica al denunciar la «explotación» que sufren sus empleados. No están autorizadas pero «no se les impide» realizar esta labor, según el delegado de Seguridad, Emilio Aumente.

El matiz es importante, porque estos aparcacoches no trabajan para el Consistorio ni en colaboración con él. Recientemente, el edil de Movilidad, Andrés Pino, celebró que estas empresas hubieran atendido a la petición de retirar el logo del Ayuntamiento de Córdoba que habían impreso en sus tickets porque inducía a engaño, al dar una apariencia de legalidad y orden. No hay ningún tipo de concesión municipal a ninguna empresa para la vigilancia de vehículos estacionados en la vía pública y, sin embargo, se les puede encontrar en cualquier barrio.

De Norte a Sur

Entretanto, son los vecinos de los distintos barrios de Córdoba quienes sufren las consecuencias de esta falta de regulación. En la zona de Arroyo del Moro, los vecinos critican encontrarse entre dos puntos calientes de la actividad de los aparcacoches. A un lado, el solar junto a la estación de autobuses. Al otro, los alrededores del centro de salud Carlos Castilla del Pino.

La historia se repite en Ciudad Jardín y concretamente en los alrededores de la Plaza de Toros, donde resulta difícil esquivar a los «gorrillas» desplegados por la zona. Los habitantes del barrio afirman que últimamente apenas se producen incidentes, pero recuerdan tiempos en los que «día sí y día no» aparecían vehículos rayados por los propios aparcacoches, ante la negativa de los conductores a pagar a cambio de una plaza de aparcamiento.

Lo mismo sucede en otros espacios utilizados como parking, como los del parque de Miraflores, junto al río. Decenas de familias acuden durante el verano a estas zonas verdes cuando el sol se retira, y esta costumbre no pasa inadvertida para los «gorrillas», que se reparten por el aparcamiento anexo conscientes de que es un filón para hacer caja.

En el Centro, es frecuente que los aparcacoches se hagan con la zona azul cuando justo esta deja de estar operativa y el aparcamiento pasa a ser libre y gratuito. Los «gorrillas» de los chalecos amarillos pueden verse cada mañana en la avenida de la Victoria y en los alrededores del El Arcángel, zonas muy dadas al aparcamiento rotatorio por su carácter comercial, y junto al Hospital Reina Sofía.

Hace algunos meses proliferaron los enfrentamientos relacionados con malentendidos entre «gorrillas» y conductores en solares del Distrito Norte. Esta circunstancia llevó al Ayuntamiento, a petición de los vecinos, a tomar una medida descafeinada: la de colocar carteles que advierten de que se trata de una zona de aparcamiento libre, por lo que no existe obligación alguna de pagar por dejar el coche.

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