El gallo

A ese muchacho le ha salido un gallo y España se parte. Este es un país que parece que sabe reírse de sí mismo pero en el fondo es incapaz de tal ejercicio de humildad, así que mejor mofarse del compatriota, machacarlo a memes y a seguir con nuestras cositas. Un gallo de esas características es estridente, cierto, y cuando te está viendo lo que queda de Europa, que son cuatro rumanos, dos polacos y poco más, da un cante que es metáfora europea de la situación. Antes del gallo del muchacho de los tirabuzones, en Córdoba teníamos nuestra propia tonadilla que es el cante habitual de los ociosos disfrazados de intelectuales: se trajeron del sarcófago a Mayor Zaragoza y lo han nombrado presidente de una comisión, lo cual nos abre esperanzas sobre el futuro de la criogenización y que por fin podamos algún día recuperar a Walt Disney y que ponga un poco de orden en su imperio, porque lo de Frozen ha sido demoledor, si bien hay que destacar la interesante vuelta de tuerca que supuso Maléfica.

Pues eso, que vino Mayor Zaragoza, que, como su propia denominación manifiesta, está muy mayor y dijo : «La mezquita es pública». Y le han hecho un rap. En realidad, han contratado a un grupo de músicos alternativos para componer diferentes bases rítmicas, y tres poetas autistas de desecho de tienta de pasadas ediciones de Cosmopoética para la letra. Como Mayor está muy mayor no se va a enterar y en realidad él sólo tiene que repetir el «chorus» que consiste, como hemos dicho en «lamezquitaespública» con un efecto de scratch que quede tal que «lamezquitaespu-pu-pu-blicaaaaaa» a lo que el coro de la asociación de vecinos progresistas y los niños fumados del Rey Heredia contestan «Y Capitulares peatonaaaaaal». Y ya tenemos el pelotazo de la feria de este año, fijo.

Comisiones como esta nos dan una idea de la tremenda injusticia que supuso que no nos concedieran la capitalidad cultural, cuando aquí tenemos todo el arte del mundo. Por ejemplo, la alcaldesa mimo. Artista silenciosa y sonriente que nos ha llevado a una dimensión superior de las ciudades transversales. O El Niño de las Gafas, otro gran artista del turismo y el reciclaje. Quiero decir que estamos, afortunadamente, en manos de gente preparada con una gran visión de futuro, de por dónde va el mundo, y de, en ese futuro escenario, el importantísmo papel que tiene el que la Mezquita Catedral sea de gestión pública. El tema está encima de la mesa del G7, por ejemplo. Hasta Trump se lo arrebató a Hillary de su programa electoral y ya ven: presidente contra todo pronóstico.

Ayer mi amigo Carlos García, que es uno de los mejores periodistas de esta tierra y por eso sigue en la trinchera, colgaba en el Facebook una interesante galería de fotos donde se pueden contar hasta 13 establecimientos cerrados en la calle Cruz Conde. Igual es por la peatonalización, digo yo. O no. No hay comisión para analizar algo así. Están en sus cositas, dando el cante repetido de la «mezquita es de todos y todas».

Y la peña quejándose de la mediocridad de Eurovisión sin atender los gallos que se escapan constantemente aquí. Y que pagamos tan graciosamente.