¿Qué factores explican el valor del oro?

Con la misma cantidad de oro con la que un ciudadano del Imperio Romano se podía comprar un carro, hoy sería posible adquirir un coche. Es un ejemplo de cómo el valor del oro permanece inmutable con el paso del tiempo. A diferencia de los títulos que cotizan en bolsa, el oro es un objeto físico -con la excepción del «oro papel», que funciona como el mercado de futuros- que además es aceptado en prácticamente cualquier punto del mund o. Por eso, y por otras muchas razones, es tan cotizado y sirve como inversión fiable.

Una cosa es el valor intrínseco del oro y otra su precio en el mercado. Hay variaciones constantes en el precio del oro, que dependen de numerosos factores. La doctora en Ciencias Económicas María del Carmen López explica que «su precio no sólo está determinado por las fuerzas de la oferta y la demanda, como en cualquier otro bien, sino también por otros aspectos que están relacionados con la economía y con el valor del dinero , como los tipos de interés (a mayor tipo de interés, menor precio) o los eventos geopolíticos (en tiempos de tensión internacional, el precio del oro tiende frecuentemente a subir ya que los inversores compran el producto para tener un alto grado de seguridad ante un momento de confusión)».

En esas estamos ahora, con una incertidumbre en la economía mundial que ha dejado el oro en la barrera de los 1.300 dólares la onza (es la medida habitual en los mercados) y que, según algunos analistas, podría tender a subir el año que viene. Para Rafael Ruiz, presidente del Parque Joyero, «ahora mismo, si no pasa nada raro, lo normal es que el precio del oro se quede estable».

Otros factores que influyen en el precio del oro son la cotización del dólar, la moneda de referencia en las transacciones. En 1971, EE.UU. abandonó el patrón oro -fue el último país en hacerlo-; hasta entonces, el valor de la moneda del águila calva tenía una contraprestación equivalente en oro. Y también influye, aunque en menor medida, el precio del petróleo y las actuaciones de los bancos centrales -que disponen de sus propias reservas de metales preciosos- o la propia ley de la oferta y la demanda.

Así las cosas, la inversión en oro parece siempre asegurada, pero como advierte José María Martínez, portavoz de Sempi, la mayor empresa especializada en oro de inversión -el de 24 kilates, diferente al que se emplea en la joyería-, « esto no es especulación . La inversión en oro está prevista a largo plazo, es más tranquila».