Economía

Los concursos de acreedores crecen en Córdoba y vaticinan meses de sufrimiento para las empresas

De enero a marzo se han presentado los mismos que durante todo el año 2018

Local cerrado en la Judería de Córdoba en plena pandemia Roldán Serrano
Pilar García Baquero

Pilar García Baquero

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Los despachos de abogados y economistas especializados en procedimientos concursales comienzan a llenar la mesa de asuntos en Córdoba y alertan de lo que se avecina cuando las prórrogas del Gobierno tanto en los ERTE como en la carencia de concurso de acreedores expiren en 2022.

El primer trimestre del año ha dejado ya casi medio centenar de peticiones de concurso (47 para ser exactos) tanto de empresas como de personas físicas con la denominada Ley de la Segunda Oportunidad cuando el agua llega al cuello en las economías de autónomos, profesionales o particulares.

La crisis provocada por la pandemia ya se dejó notar en 2020 con 62 solicitudes de concurso relacionadas con empresas en el Juzgado de lo Mercantil 1 de Córdoba y otras 41 solicitudes de particulares en los juzgados de Primera Instancia, pero fueron incluso menos que en 2019 donde se registraron 71 peticiones de empresas y 39 de personas físicas, según la memoria publicada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ( TSJA ).

Pero lo llamativo del caso es que de enero a marzo de 2021 se han presentado las mismas solicitudes de las antiguas quiebras o insolvencias y de la llamada ‘Segunda Oportunidad’ que en todo el año 2018 -año de cierta recuperación económica-, donde se registraron 30 procedimientos concursales en el Juzgado de lo Mercantil y 17 de particulares en Primera Instancia (47 en total).

Esta tendencia señala ya lo que puede estar por venir en los próximos meses. Un aspecto destacado también por los principales cargos judiciales de la provincia en los últimos balances que han hecho.

Los despachos de administradores concursales tienen claro, pues, que hay una tendencia inequívoca al alza . Bien por empresas que no aguantan más ni con el apoyo de los expedientes de regulación temporal, bien por la asfixia de numerosos particulares o autónomos.

Establecimiento cerrado en Córdoba durante la pandemia Roldán Serrano

Valga este dato: el 90 por ciento de las solicitudes de Segunda Oportunidad, que primero se someten a una mediación extrajudicial de pagos, no suele prosperar y desembocan en concurso.

Unos de los bufetes especializados en administración concursal en Córdoba es BDE Concursal , que nació de la unión de tres firmas con amplia trayectoria en el sector de las reestructuraciones e insolvencias. Está integrada por Juan Pedro Dueñas, Javier Bernabéu y Francisco Estepa. Desde el año 2008 sus miembros han sido nombrados para llevar asuntos de relevancia como el Córdoba CF SAD, Laboratorios Pérez Giménez S.A., Real Betis CF S.A.D. o la constructora Canval S.L, entre otros.

La percepción de este bufete es que en Córdoba, ciertamente, la moratoria legal ha 'congelado' de momento las solicitudes de los concursos y preconcursos de acreedores. A ello ha de añadirse la liquidez inyectada vía préstamos ICO , que ha permitido a las empresas sobrevivir durante el primer semestre de 2021.

A pesar de ello, los síntomas de insolvencia empiezan a ser ostensibles y están aumentando los casos de renegociación de deuda que, de fracasar, acabarán en concurso de acreedores.

La moratoria es un arma de doble filo, si bien es cierto que exime al empresario de la obligación de solicitar el concurso de acreedores, o impide declarar su concurso a instancias de un acreedor, puede provocar que las empresas acudan al mecanismo concursal cuando ya sea tarde, la situación devenga insostenible e irremediablemente acabe en un concurso liquidatorio.

Casi un 40 por ciento de las solicitudes de concurso viene ya de particulares por la Ley de Segunda Oportunidad

«Los empresarios deben, a los primeros síntomas de tensión de liquidez , acudir al mecanismo de la reestructuración de su deuda cuando la empresa aún sea viable. Solo de este modo podrá mantenerse la actividad y los puestos de trabajo», explican desde BDE Concursal.

Para esta firma, «el fin de los ERTE es, sin duda, el principal motivo por el que las empresas acudirán al concurso de acreedores. Resulta contrario a cualquier lógica empresarial que, habida cuenta de la evidente disminución de la actividad, el empresario no pueda reajustar su plantilla si no es acudiendo al concurso de acreedores, que provocaría el corte de la financiación bancaria y la consecuente tensión de tesorería».

Estos administradores concursarles esperan «que el legislador recapacite y permita a la empresa mantener su actividad, aunque sea reajustando su plantilla , sin tener que acudir al instituto concursal que, como sabemos, en más de un 9 por ciento de ocasiones acaba en liquidación» .

Desde otro de los bufetes decanos en Córdoba en cuanto a administradores concursales, Luque Velasco , consideran que aunque ese incremento aún no se ha visto en su despacho, sí que les consta que está incrementándose el número de concursos a nivel nacional. Entienden, desde su experiencia, que la moratoria concursal «ayuda a que el número de estos procedimientos no haya crecido exponencialmente, al dar tiempo a las empresas a tomar medidas distintas de la solución concursal».

A su juicio, creen que «las empresas que se hayan asesorado bien, hayan sabido reestructurar su situación financiera y establecer los niveles de tesorería acordes a sus necesidades actuales, aprovechando esta moratoria, tendrán más fortalezas y podrán afrontar la recuperación con éxito».

«La moratoria puede provocar que las empresas acudan al concurso cuando ya sea tarde y la situación devenga insostenible», según el despacho BDE Concursal

En lo que coinciden con otros despachos es en que «es claro que finalizada la prórroga de los ERTE, y si la situación económica no se ha recuperado, las empresas van a sufrir enormemente . Esta situación unida a las devoluciones de los prestamos ICO, que ayudaron a sobrevivir en los peores momentos pero que ahora hay que devolver, puede que produzca en las empresas una grave situación de insolvencia que se una al fin de la moratoria y desemboque en un aluvión de concursos».

En el caso del despacho de Luis Cots , administrador concursal con sede en Córdoba desde el año 1996, sí han notado en este primer trimestre del año en torno a un 25 por ciento más de peticiones de concursos o preconcursos , aunque algo menos de lo previsto debido a la moratoria del gobierno.

Cots cree que habrá recuperación de la actividad, pero también «un aumento de concursos y cierres, aunque en menor medida que una avalancha». El mayor incremento se producirá, a su juicio, al terminar la vigencia de la prórroga como efecto de ello, pero menor que sin estos apoyos.

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