Pasión en Córdoba

Rocío de Córdoba: Un Pentecostés diferente

El Coronavirus marca la forma de vivir la llegada de la filial cordobesa a la aldea

Altar de la Virgen del Rocío de Córdoba Roldán Serrano

Fernando López

La hermandad del Rocío de Córdoba pasó un Pentecostés diferente. La filial cordobesa debía haber llegado a la Aldea del Rocío con las primeras luces del último fin de semana de mayo, sin embargo, ha tenido que adaptarse a la situación tan especial del coronavirus.

Con motivo de la festividad, en la que el séquito cordobés debía estar aterrizando en la aldea de El Rocío, el hermano mayor de la corporación cordobesa trasladó una carta a sus hermanos en la que destaca lo especial del momento: «Ya hemos llegado a la Aldea del Rocío, sin embargo, este año, no lo hacemos llenos de polvo, no sentimos bajo nuestros ojos esas ojeras que llevan cargadas ocho noche de rezos y velas ante nuestro Simpecado Blanco y Oro».

«No, este año, las varas de los peregrinos no se han entremezclado con las campanillas que suenan constantes en la calle del Ajolí al paso de nuestra carreta. Tampoco hemos rezado con los hermanos del Perdón, d e Moratalaz, de Montoro, o de Jamilena … no, este año no ha pasado nada de eso. Este año ha sido distinto, este año hemos vivido un camino del Rocío especial, distinto, virtual… y, aún así, hemos estado tan y tan cerca de ella. Este año las redes sociales se han convertido en nuestras pregoneras, el teclado del ordenador ha sido nuestra vara de peregrinar y el monitor en el espejo en el que las veredas, los pinares y las flores se han reflejado para que todos los romeros hayan podido disfrutar de un caminar distinto», expresó en la misiva.

Manuel Guzmán procedía indicando que «atrás quedan los recuerdos de este 2020 en el que no ha sonado la campana de La Magdalena , en Villamanrique; no se han escuchado las sevillanas más emotivas frente al cuadro de la Inmaculada, en Bujalmoro.. no importa, nuestra Madre, nuestra Virgen del Rocío, siempre está ahí, con nosotros, en la distancia… y todo, absolutamente todo, ha sido por ellos, por los enfermos por lo que han sufrido las consecuencias de este devastador virus, qué ejemplo más hermoso habéis dado queridos rocieros… Ahora, después de este especial «Te cuento mi camino» tendremos «Te cuento mi Romería» , para que sigamos viviendo, sintiendo y emocionándonos. Sé que no será lo mismo, pero espero que en cada rincón de vuestros hogares repitáis conmigo estos vivas…».

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