Pintada en una de las columnas del monumento a las víctimas de Mauthausen / ABC
Pintada en una de las columnas del monumento a las víctimas de Mauthausen / ABC
MUNICIPAL

Vandalismo monumental por varias zonas de Almería

Desde que comenzó el año los gamberros han efectuado pintadas en la Alcazaba, la escultura del emigrante y el monumento a las víctimas de Mauthausen

ALMERÍA Actualizado: Guardar
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Desde que comenzó el año la capital almeriense viene registrando una oleada de actos vandálicos, que no se saldrían de lo habitual, como suele ocurrir en el resto de municipios por la presencia de incívicos, de no ser porque buena parte de los ataques los están sufriendo los monumentos. Las murallas de la Alcazaba, la escultura del Emigrante o las columnas en recuerdo de los 142 almerienses fallecidos en el campo de concentración de Mauthausen han amanecido con pintadas.

Eso en lo que respecta a los amantes que disfrutan decorando con spray de colores o pintura con pincel en mano los monumentos, puesto que hace escasos días desconocidos se ensañaron con las esculturas existentes en el exterior del Museo de Almería.

La mejor parada sólo resultó mutilada parcialmente, la otra fue arrojada de bruces contra el suelo, con lo que los daños causados han sido considerables.

Las autoridades han mostrado su preocupación por estos hechos que se están repitiendo cada vez con mayor velocidad y se han abierto sendas investigaciones para determinar la autoría, aunque no va a resultar sencillo. Los perfiles en los distintos casos son diversos. Una veintena de columnas del monumento a las víctimas de Mauthausen fueron revestidas de pintura blanca y sobre este fondo se estamparon leyendas en lengua árabe. Resultaron ser, en su mayoría, fragmentos de rezos musulmanes, a los que no faltaban sus correspondientes faltas de ortografía como suele ocurrir en la mayor parte de estos ataques. El Ayuntamiento ha cifrado en 5.000 euros el coste de la restauración.

La estatua del Emigrante fue decorada a rotulador con todo tipo de piropos dirigidos a los dos integrantes del grupo musical «Gemeliers». Por su parte, tanto la muralla de la Alcazaba como los torreones de este conjunto monumental situados en el barrio de La Chanca a en la segunda quincena de enero fueron pintarrajeados. En esta ocasión, la directora de la Alcazaba, María Luisa García, indicó que barajaban que los autores pudieran ser algunos de los menores que habitualmente suelen jugar en esta zona.

El año pasado el Consistorio almeriense se vio obligado a desembolsar cerca de 400.000 euros para hacer frente a la reparación de todos los actos vandálicos registrados tanto en los monumentos que son de su competencia como en el mobiliario urbano. Los actos más habituales suelen ser la quema de contenedores, con una media de una docena al mes. A ellos hay que sumar los destrozos en papeleras o los apedreamientos de autobuses urbanos, como los registrados en la línea que cubre el barrio de El Puche, lo que llevó a la administración local de forma temporal a recortar el servicio para que los vehículos no transitaran por esas calles para perjuicio de los vecinos que debían apearse y subirse en la parada existente en la entrada a la barriada.

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