Control policial en la plaza de Bendicho de Almería
Control policial en la plaza de Bendicho de Almería - ABC
MUNICIPAL

Una treintena de denuncias en 48 horas por botellón y orinar en la calle

La campaña, que continuará los próximos fines de semana en la capital, pretende «sensibilizar sobre la necesidad de compatibilizar el ocio con el descanso»

ALMERÍA Actualizado: Guardar
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La Policía Local de Almería, en cumplimiento de lo acordado en la última reunión de la Mesa del Ruido, ha llevado a cabo desde el pasado jueves y hasta el sábado distintas intervenciones en el centro de la ciudad para garantizar el cumplimiento de las ordenanzas municipales en materia de contaminación acústica, instalación de terrazas, botellón o salud pública, que se han saldado con cerca de medio centenar de denuncias.

«Esta campaña, que continuará en los próximos fines de semana, ha consistido en el establecimiento de controles aleatorios en aquellas zonas del centro y Casco Histórico donde más quejas vecinales se han venido registrando», como ha explicado la concejala de Seguridad, María Vázquez. La edil ha hecho hincapié en que el objetivo que se pretende es «sensibilizar sobre la necesidad de compatibilizar el derecho al ocio con el derecho al descanso para que Almería sea una ciudad sin ruidos molestos y acústicamente saludable».

El resultado de la misma en estos primeros días ha supuesto que se hayan practicado, entre otras, «una veintena de denuncias por botellón, siete por orinar en la vía pública, cuatro por infracción a la ordenanza sobre la instalación y uso de terrazas y otras tantas por permitir sacar bebidas al exterior, así como alrededor de veinte identificaciones».

Vázquez ha recordado que entre las medidas acordadas en el seno de la Mesa del Ruido figuran, también, «la creación de una mesa técnica que permita estudiar y analizar, desde una vertiente eminentemente técnica, los problemas del ruido en la ciudad; la elaboración de un inventario de actividades existentes en la zona saturada para mejorar tanto la transparencia como la agilidad inspectora; un mayor control respecto a las propias actividades municipales generadoras de ruido, así como actuaciones transversales dirigidas a una mayor sensibilización y concienciación».

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