Mascotas

Resfriado gatuno

Con este tiempo tan inestable los gatos también pueden resfriarse. Ellos pueden contraer infecciones en las vías respiratorias superiores ( lo conocido comúnmente resfriado). Sin embargo no se puede contagiar un resfriado humano a un gato, y tampoco al revés

MADRID Actualizado: Guardar
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Si, ellos también. Los gatos pueden resfriarse; pero como decimos no es un viaje de ida y vuelta, vamos que el felino se contagia del humano y viceversa. El resfriado en los gatos es completamente diferente al nuestro. La observación como siempre decimos es la mejor manera de saber si algo le sucede a nuestro lindo gatito. Las infecciones respiratorias superiores son muy contagiosas si hay más de un gato en casa por lo que hay que extremar las precauciones. Cuando los humanos nos resfriamos, generalmente se debe a un rinovirus, los gatos por el contrario se ven afectados por otros virus que curiosamente producen unos síntomas casi parecidos. Según veterinarios consultados, la mayoría de los resfriados en los gatos son causados por un virus, bien sea por el calicivirus felino o por el herpesvirus felino.

Ambos pueden transmitirse de un gato a otro por contacto directo a través del aseo mutuo, el intercambio de alimentos y agua a través de la mucosa, o el aire expulsado por el estornudo de un gato infectado.

Los síntomas se pueden presentar después de unos días o incluso semanas después del contagio. Las bajas temperaturas o los cambios bruscos del termómetro hacen que debamos tomar medidas para mantenernos a resguardo y evitar en la medida de lo posible los resfriados. Como decimos, no debemos olvidarnos de nuestras mascotas felinas ya que, al igual que los humanos, los gatos también se constipan, tienen la gripe o como decimos padecen problemas respiratorios como consecuencia de los cambios climáticos. Un síntoma de que nuestro gato pueda estar enfermo son los estornudos. Aunque los estornudos ocasionales son normales, los más frecuentes, especialmente con secreción nasal, no lo son. “Si un gato estornuda mucho, tiene secreciones tanto en los ojos como en la nariz, parece aletargado y pierde el apetito puede que esté enfermo”, comenta Roger Catalán Bravo, veterinario de Purina. En caso de detectar cualquiera de estos síntomas, el doctor recomienda acudir al veterinario para que explore al animal y determine la causa de su malestar.

Prevención

Aunque en la mayoría de los gatos infectados el tratamiento es efectivo y se obtiene una recuperación completa, deben ser tratados lo antes posible para evitar cuadros médicos de gravedad. Los estornudos también pueden deberse a otras afecciones como problemas dentales, los virus de la Peritonitis infecciosa felina, de la Inmunodeficiencia Felina (VIF) y la Leucemia Felina, o las bacterias Clamidia, Bordetella y Mycoplasma. Por ello como siempre, lo mejor, la prevención. Muchas de las infecciones que ocasionan estornudos en los gatos acostumbran a ser víricas y pueden prevenirse. Tal y como nos indica Roger Catalán, «una de las medidas de prevención más útiles para evitar gripes y resfriados es la suministración de las primeras vacunas». Un gato vacunado es un gato protegido, por lo que se recomienda hacerlo siempre que el veterinario lo indique. La vacuna es especialmente aconsejable en los gatos más jóvenes, ya que son los más vulnerables ante este tipo de afecciones. Otra de las claves para prevenir el contagio de enfermedades radica en una buena y saludable alimentación. Una comida rica en vitaminas y minerales puede fortalecer las defensas del felino y ayudará a que éste sea más resistente a los resfriados y a los cambios climáticos. Como es el caso de Purina One. Esta gama ha sido específicamente formulada para cubrir las necesidades nutritivas de cada gato, teniendo en cuenta su edad, estilo de vida y condición física. Estos preparados aportarán a nuestro gato una dieta completa y equilibrada al mismo tiempo que le ayudarán a mantener altas sus defensas y a hacer frente a la presencia de posibles virus .

Les facilitamos los síntomas comunes del resfriado en los gatos y de los que debe estar atento para actuar con inmediatez:

-Estornudos: Se trata de un reflejo involuntario diseñado para expulsar cuerpos extraños y otros invasores del sistema nasal. Normalmente es el primero y más importante de los síntomas del resfriado que notarás en tu gato.

-Secreción nasal: A medida que el virus comienza a causar irritación del revestimiento nasal, el cuerpo produce moco para proteger esos pasajes. Según se produce nueva mucosidad, el exceso se filtra por las fosas nasales o se expulsa a través de los estornudos.

-Secreción ocular: Conocida como conjuntivitis, este síntoma suele aparecer según progresa el virus del resfriado y resulta en una producción de moco en los ojos que se acumula y puede secarse hasta convertirse en una costra incómoda si no se limpia suavemente con un paño húmedo.

-Respiración por la boca: A medida que las fosas nasales se inflaman y se obstruyen por los mocos, el gato puede recurrir a la respiración a través de la boca para tomar suficiente aire.

-Más tranquilo de lo normal o leve letargo: Es usual que un gato se sienta un poco cansado cuando su sistema inmunológico está comprometido en su lucha contra un invasor viral. Probablemente te darás cuenta de que tu gato duerme más y está menos interesado en la investigación de su entorno.

-Leve proceso febril: Esto puede ser difícil de detectar, la temperatura media de un gato normal se extiende entre 37.7º C y 38.9º C.

-Pocas ganas de comer: Algunos gatos no comen tanto o taan a menudo como lo hacen normalmente.

Cuando la afección se ha agravado más allá del resfriado común -nunca hay que llegar a ese extremo y acudir de inmediato al veterinario- se presentan entre otros estos otros síntomas: tos, lo que significa que la infección se ha propagado a los pulmones. Respiración agitada que le hace parecer más débil y puede significar que hay una acumulación de líquido en los pulmones (eso requiere un tratamiento con antibióticos), mucosidad oscurecida (puede ser signo de una infección bacteriana secundaria) o mucosidad espesa, en la mayoría de las veces es indicador de deshidratación.

No nos cansamos de repetir la misma cantinela, ante la más mínima sospecha acuda al veterinario. No trate de medicar a su mascota ya no sólo en el caso de gatos; sino perros, pájaros, hámster, conejos, tortugas o peces con medicamentos para humanos, a menos que el veterinario lo recete y en la dosis indicada para cada ejemplar. Lo que si puede hacer es tomar una serie de medidas de alivio para que el «paciente» pueda sentirse mejor mientras su sistema está concentrado en luchar contra el virus. Usar un humidificador (de vapor frío) ayuda al felino a mantener sus vías respiratorias húmedas, mantenerlo alejado de las corrientes de aire, limpiarle la mucosidad con un paño húmedo caliente, mantenerlo hidratado para evitar la fiebre y que se espesen las mucosas. También puede poner un recipiente con agua caliente con hojas de laurel para que sus vapores le ayuden a respirar mejor.

Por último y para más información sobre este tema y sobre el mundo de los felinos domésticos les recomiendo darse una vuelta por Cosas de gatos

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