Los Mossos investigan si hay estafa en el «caso Nadia»

Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para averiguar si la recogida de fondos impulsada por un vecino de Organyà (Lleida), que en cuatro días recaudó 153.000 euros para una operación que salvaría la vida a su hija de 11 años enferma de tricotiodistrofia, esconde una estafa.

Según han informado fuentes policiales, los Mossos han abierto una investigación a raíz de las sospechas apuntadas por el periódico «El País», que tras una investigación propia y consultas a expertos en tricotiodistrofia –una enfermedad rara con origen genético– ha concluido que el relato con que el padre de la menor recaudó 153.000 euros en donaciones es falso.

Fernando Blanco, padre de la niña enferma de tricotiodistrofia, abrió una campaña a través de las redes sociales para recoger fondos con los que financiar una operación en la localidad estadounidense de Houston que salvaría la vida a la menor.

«Necesitamos ayuda. Nadia necesita que le regalemos lo que nosotros llamamos una "tarta del tiempo"», suplicaba su progenitor.

La operación, según el relato del msimo, iría a cargo de un grupo «secreto» de científicos de élite que él mismo ha reclutado por todo el mundo y que curarían a la niña mediante una «manipulación genética prohibida en España» a través de «tres agujeros en la nuca».

En su cuenta de Facebook, la Asociación Nadia Nerea para la Tricotiodistrofia –creada por el padre– impulsa su campaña asegura que a partir de mañana a primera hora se procederá a devolver «el total de las aportaciones-donaciones realizadas» y que el próximo miércoles Fernando Blanco dará una rueda de prensa para dar las explicaciones «oportunas y necesarias» en relación con el caso.

Ayer mismo, la misma cuenta de Facebook gestionada por Fernando Blanco mantiene que su único propósito es que su hija «tenga una vida larga y con calidad», pero admite que «después de todas estas descalificaciones es difícil» que muchos les crean. El padre de la niña confiesa en su publicación: «Después de esta oleada de ataques, lo único que se me ocurre es llorar, llorar porque la verdadera realidad es que el daño nos lo hacen a nosotros pero mucho mas a mi hija bebita Nadia. Siempre fui relatando año a año todo lo que iba haciendo contando todo lo que se podía contar, pues aunque parecieran de película todo lo que llegue a hacer y conseguir fue realidad y lo demostraba las mejorías de Nadia...»