Fotograma de la película «Olvídate de mí»

Un estudio demuestra cómo borrar recuerdos dejando los más importantes intactos

El informe, elaborado por investigadores de las universidads McGill y Columbia demuestran que en una única neurona se almacenan diferentes tipos de recuerdos que pueden ser eliminados de forma selectiva. Los resultados demuestran que es posible desarrollar drogas para borrar aquellos recuerdos que desencadenan ansiedad y trastornos de estrés postraumático

MADRID Actualizado: Guardar
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Lógicamente no hay estadísticas, pero es probable que la gran mayoría de la gente haya deseado en algún momento de su vida borrar un recuerdo desagradable.

Michel Gondry, director de la reconocida película «Olvídate de mí» puso en la piel (o, mejor dicho, en la cabeza) de Jim Carrey y Kate Winslet el deseo que muchos han tenido alguna vez de olvidar un episodio traumático. El personaje de Winslet (Clementine, en la película) decidió borrar, no solo el final de una larga y sentida relación, sino todo lo que se asociaba a su ex. Lo mismo termina haciendo Carrey (Joel), lo que los llevó a deshacer la parte mala pero también las cartas, los viajes, los besos...

Ahora, también la ciencia busca cómo olvidar recuerdos.

Pero a diferencia del filme, pretende dejar los importantes intactos.

El estudio se hizo en un caracol marino perteneciente a la especie «Aplysia», caracterizada por poseer mecanismos neuronales parecidos al de los humanos, y que precisamente usó el científico Erik Kandel para las investigaciones que le valieron un premio Nobel.

El informe, elaborado por investigadores de las universidads McGill y Columbia demuestran que en una única neurona de este caracol se almacenan diferentes tipos de recuerdos que pueden ser eliminados de forma selectiva. Los resultados demuestran que es posible desarrollar drogas para borrar aquellos recuerdos que desencadenan ansiedad y trastornos de estrés postraumático.

Estos recuerdos, a veces, no se asocian al episodio traumático en sí (imagine, por ejemplo, que presencia un ahogamiento en una piscina) sino que son accidentales o no asociados directamente al evento traumático. En este caso, cualquier piscina a la que acuda en el futuro. Estos recuerdos fortuitos son los que pueden desencadenar ataques de ansiedad mucho tiempo después de que se produzcan, señalan los investigadores.

«En principio se pueden borrar todo tipo de memoria. Sin embargo, para los recuerdos asociados habría que seleccionar específicamente algunas neuronas y puede que no sea buena idea hacerlo porque algunos de esos recuerdos son críticos para desempeñar un comportamiento apropiado. Pero, por supuesto, si el problema lo generan los recuerdos asociados también podrían ser eliminados en principio», explica a ABC, Samuel Schacher, coautor del estudio y profesor de Neurociencias de la Universidad de Columbia.

Diferentes tipos de recuerdos

El cerebro crea recuerdos a largo plazo aumentando la potencia de las conexiones entre neuronas y manteniendo dichas conexiones a lo largo del tiempo.

Investigaciones previas sugerían que el aumento de la fuerza sináptica (comunicación entre neuronas), tanto para los recuerdos asociados como para los no asociados, compartían propiedades comunes. Por lo tanto, eliminar de forma selectiva los recuerdos no asociados parecía imposible porque para cualquier neurona un único mecanismo era responsable de todos los «tipos de recuerdos».

Sin embargo, este nuevo estudio puso a prueba la hipótesis de que estimulando dos neuronas a un único motor neuronal del caracol marino, una de las neuronas recibía estímulos para producir recuerdos asociados y otra no asociados eliminando, por tanto, la posibilidad de que no se puedan borrar selectivamente.

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