Colas en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas para facturar
Colas en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas para facturar - EFE

La hora punta llega a los aeropuertos

Más tráfico aéreo, más controles de seguridad y menos dotación policial, los factores que están complicando el acceso a los vuelos

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Si va a coger un avión de 6 a 8 de la mañana, a las 11 o al mediodía, puede que tenga que hacer cola en el aeropuerto. Son las horas a las que se suelen concentrar los vuelos charter que, junto al incremento de los controles de seguridad, una menor dotación policial y carencias estructurales, están provocando la espera de los viajeros para embarcar.

Primero ocurrió en Barcelona-El Prat, el 30 de abril, con esperas para el control de documentación que llegaron a durar horas y que se han repetido hasta en los controles de seguridad. El 7 de mayo era el turno del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

«El control de fronteras y pasaportes no es competencia de Aena, es una función de control de documentación de la Policía», respondía el operador aeroportuario en redes sociales ante la avalancha de quejas. El incidente, además, coincidía con la implementación de la normativa europea para supervisar a los pasajeros a su entrada y salida del espacio Schengen.

Sin embargo, desde la Policía Nacional niegan que esta sea la causa. «No tenemos ningún problema de colas. Solo ha pasado en Madrid, con una cola que duró 25 minutos hasta llegar al control y fue debido a que llegó un número de vuelos superior al normal», dicen fuentes policiales. Según explican, cuando son vuelos programados con tiempo, no se generan esperas. «Con los charter es más problemático, porque no puedes tener gente a todas horas, todos los días, sin que tengan trabajo». También desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP), aseguran que «el principal problema es Aena», ya que «a las compañías de bajo coste les sale mucho más barato los vuelos en determinadas horas y Aena no tiene unos criterios para que se repartan a lo largo del día».

El tráfico de pasajeros sigue creciendo. Según los últimos datos de Aena, este abril el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas registró 4,48 millones de pasajeros, un 14% más que en 2016. Le siguió Barcelona-El Prat, con 4,11 millones y un aumento del 13,6%.

Sin embargo, la plantilla policial en Madrid no solo no ha crecido sino que se ha reducido en un 10 por ciento, denuncia el SUP. A ello se suma un sistema de turnos de trabajo que provoca que haya un 15% menos de funcionarios en cada uno. En Barcelona, dice el sindicato, la plantilla está por debajo del 70% de lo establecido.

Con el verano a la vuelta de la esquina, el Gobierno y Aena acordaron tomar medidas para incrementar la capacidad de los controles de pasaportes. Además de destinar más agentes, añadirán 350 máquinas verificadoras de documentación de aquí a verano. Según fuentes policiales, en la actualidad hay 172 repartidas en todo el territorio nacional, lo que implica un incremento de más del 200%. El reparto de los dispositivos, según fuentes de Aena, será de 50 para Madrid, otros 50 para Barcelona, y el resto entre la veintena de aeropuertos que tienen frontera exterior.

En España hay 172 máquinas automáticas de verificación de pasaportes, a las que se sumarán otras 350 de cara al verano en aeropuertos con frontera

Sin embargo, estas máquinas siguen necesitando supervisión policial. «Se está mirando de cara al verano el incremento de policías», reconocen fuentes del Cuerpo. En Cataluña se ha acordado un refuerzo de entre 40 y 50 agentes, que se suman a otros 40 que fueron desplazado a principios de mayo.

Además, recuerdan desde el SUP, España se encuentra en nivel de alerta 4 y los controles deben ser exhaustivos. «En el Cuerpo genera frustración e impotencia, porque lo que tampoco podemos hacer es dejar de hacer nuestro trabajo», explica Ramón Cossío, portavoz del SUP. Por ello, pide que se dote a los agentes «de recursos y se establezca algún tipo de medida».

No obstante, explica la Policía, hay otros factores difíciles de solventar, como las carencias estructurales de las instalaciones aeroportuarias (la escasez de cabinas de control, por ejemplo). «De todas formas, en EE.UU. o en Bruselas hay que hacer cola. No existe ningún sitio en el que todas las personas pasen directamente», dicen en el Cuerpo. Así que habrá que esperar.

Ver los comentarios