Atacado en Nueva York el autobús de Hazte Oír contra la transexualidad

El autobús de Hazte Oír con mensajes contra la transexualidad ha sido atacado en Nueva York con pintadas y rotura de cristales, según denuncia la plataforma en un comunicado.

#NuevaYork: radicales #LGTB atacan el autobús naranja #FreeSpeechBus de @CitizenGO rompiéndole los cristales https://t.co/fMWcyEniZM

— Ignacio Arsuaga (@iarsuaga) 23 de marzo de 2017

«El Bus de la Libertad» de Hazte Oír llegó ayer a las calles de Nueva York, iniciando en la Gran Manzana la ruta de dos semanas que le llevará por diversas ciudades de Estados Unidos. «En breve seguirá su recorrido por Boston, Filadelfia y Washington», ha asegurado esta mañana Arsuaga en su cuenta de Twitter tras informar de que ya están arreglando los cristales rotos del autobús.

Tres individuos atacaron el autocar cuando éste se encontraba estacionado en una calle próxima a la sede de Naciones Unidas, donde Arsuaga participaba en un acto organizado por Family Watch Internacional, en el marco de la 61ª Sesión de la Comisión sobre «La condición social de la mujer» convocada por ONU Mujeres.

Según fuentes policiales citadas por la plataforma, los agresores utilizaron un bate de béisbol y un martillo para romper el cristal delantero del vehículo y agujerear la carrocería del mismo.

Sobre el texto en inglés del autobús, que reza «Es biología. Los niños son niños...Y siempre lo serán. Las niñas son niñas...Y siempre lo serán. No puedes cambiar de sexo. Respeto para todos», los atacantes escribieron «Trans liberation».

Pese a la agresión, Arsuaga subraya hoy en su cuenta de Twitter que «en Nueva York las autoridades dejaron circular en libertad el Bus de la Libertad. En Estados Unidos hay libertad de expresión, aunque los vándalos lo atacaron».

Los mensajes del autobús de «Hazte Oír» han causado un gran revuelo en España al ser considerados de contenido tránsfobo, motivo por el que el Ayuntamiento de Madrid y la Generalitat de Cataluña lo sancionaron para impedir su circulación, y varios partidos políticos y asociaciones lo denunciaron ante los tribunales. Esto ha hecho que el interés del debate, que se centró en el odio y la discriminación contra un colectivo específico, se traslade también a la libertad de expresión.