Embarazo y partos seguros

Los tiempos han cambiado y el papel de la mujer en la sociedad también. Ha asumido un rol mucho más activo y es, por tanto, mucho más dueña de su propia vida.

La mujer tiene derecho y libertad para elegir cuándo y cuántos embarazos desea; así como tener un parto diseñado por ella misma, escogiendo entre las distintas opciones existentes. A día de hoy se desea un embarazo bien tolerado y sin complicaciones; un parto rápido, bueno y bonito, en un entorno agradable y en compañía de sus seres queridos; pero sobre todo se desea que tanto madre como hijo estén vivos y por supuesto sanos.

Exactamente eso es lo que pretendemos todos y cada uno de los profesionales que nos dedicamos a la obstetricia; sin embargo, no debemos olvidar que cada embarazo es una aventura, una puerta abierta a complicaciones más o menos importantes que pueden ser evitables o previsibles; pero también nos podemos encontrar con otras totalmente inesperadas.

La labor del ginecólogo consiste, por tanto, en atender ese parto deseado, prevenir las complicaciones previsibles, evitar las complicaciones evitables y, para las inesperadas, estar preparado con los medios necesarios para hacerles frente.

La vigilancia del embarazo ha evolucionado enormemente. Hace relativamente pocos años las herramientas del obstetra eran sus manos, una cinta métrica, el estetoscopio obstétrico (la trompetilla), un aparato de tensión y una báscula, aparte de las analíticas. Hoy contamos con medios tecnológicos avanzados para vigilar el crecimiento, el peso, el aporte sanguíneo y de oxígeno, tanto al feto en general como a estructuras determinadas del mismo. Contamos con aparatos de ecografía de altísima resolución además de 3D/4D, integrados en las cada vez más complejas unidades de medicina fetal, que nos permiten descartar un gran número de anomalías congénitas y diagnosticar, tanto de forma ínvasívacomo no invasiva, enfermedades cromosómicas y congénitas.

Además se dispone de paritorios acondicionados para un parto seguro, con monitorización centralizada, con acompañamiento familiar y con asistencia de un equipo multidisciplinar formado por obstetras, matronas, anestesistas y pediatras, que junto con una unidad de neonatos totalmente dotada, nos infundan la confianza necesaria de que los problemas que surjan, se puedan solucionar.