Incendio Doñana 2017
Incendio Doñana 2017 - Ruben Rodríguez
UN MES DESPUÉS

El incendio de Doñana ha afectado a más de 70 especies de aves

Y a la mayor parte de los 38 mamíferos característicos del espacio; así como a alrededor de 40 especies de plantas amenazadas o de interés, según la organización SEO/BirdLife

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El último incendio en Doñana, del que hoy se cumple un mes, ha afectado a 70 especies de aves, a la mayor parte de los 38 mamíferos característicos del espacio y a alrededor de 40 especies de plantas amenazadas o de interés, según un informe que ha publicado la organización SEO/BirdLife.

Además de especies tan conocidas y amenazadas como el lince ibérico y el águila imperial ibérica, las llamas impactaron seriamente a otras como la Linaria tursica, una pequeña planta endémica que ha perdido más del 50% de su población por el fuego y que, de no recuperarse, se encaminaría hacia la extinción, alertan desde la ONG.

El incendio de Doñana es el mayor que se ha registrado en España en 2017

El análisis de SEO estima que la recuperación total de la zona es posible a largo plazo, siempre y cuando se «actúe con absoluto respeto al espacio» y se «limiten todas las amenazas a las que está expuesto Doñana». Según los datos oficiales facilitados por el Plan Infoca, del que se hace eco la organización, el incendio forestal ha afectado a una superficie de 8.486 hectáreas de arbolado y matorral, de un perímetro total de 10.900 hectáreas, quedando 2.414 hectáreas de superficie forestal intacta a modo de «islas verdes» en el interior del área calcinada. Se trata, por tanto, del mayor incendio en España en lo que llevamos de 2017.

El impacto inmediato es la pérdida de biodiversidad y, posteriormente, el riesgo de erosión por quedar el suelo casi desnudo, alerta Carlos Davila, responsable de la oficina técnica de Doñana de SEO/BirdLife.

Aves

Según los censos de la organización, más de 70 especies de aves se han visto afectadas por el incendio, entre las que destacan por su abundancia, las paseriformes como el jilguero, el verdecillo, el verderón, el pinzón, el carbonero, la curruca cabecinegra, el herrerillo o el rabilargo, entre otras. Además, la zona quemada era área de reproducción y campeo para un amplio número de aves rapaces nocturnas y diurnas, entre las que se encuentran especies gravemente amenazadas como el águila imperial ibérica, el milano real, la culebrera europea o el águila calzada.

Flora

«Alrededor de 40 especies de flora amenazada se localizan en la zona incendiada, incluyendo la Linaria tursica, una planta endémica que se ha visto muy gravemente afectada, estimándose que más del 50% de sus localidades mundiales se encontraban en la zona incendiada», apunta Pablo Hidalgo, profesor de Botánica de la Universidad de Huelva.

Hábitats

Respecto a los hábitats recogidos en los anexos de la Directiva de Hábitats (Directiva 92/43/CEE), en un análisis preliminar se comprueba que se han visto afectados 16 tipos de interés comunitario del Anexo I, tres de ellos prioritarios (Anexo II): estanques temporales mediterráneos, dunas fijas descalcificadas atlánticas y brezales húmedos atlánticos.

Mamíferos, reptiles y anfibios

En las zonas afectadas se encuentran representados gran parte de los 38 mamíferos característicos de Doñana, como el tejón, el jabalí, el zorro, el meloncillo, la gineta o el erizo, así como roedores y lagomorfos, incluyendo también la presencia regular del amenazado lince ibérico. Además, reptiles y anfibios como el camaleón, la lagartija colirroja, el tritón ibérico o la ranita meridional, están entre los animales más afectados por su limitada capacidad de desplazamiento.

Tiempo de recuperación

El fuego es un proceso natural muy antiguo y un gran número de especies vegetales y animales del área mediterránea han desarrollado características especiales que les permiten sobrevivir bajo sus efectos, comentan desde SEO. Y ponen distintos ejemplos, como el del alcornoque, un árbol que «puede regenerarse desde la copa» y el de las jaras, que «producen semillas que solo germinan ante las altas temperaturas que produce el fuego».

«En el caso de las aves, un área quemada prácticamente nunca permanece completamente vacía. Previsiblemente, las primeras especies en recolonizar serán aquellas que utilizan zonas despejadas, como los aláudidos, currucas, collalbas, tarabillas, chotacabras, abejarucos y algunas rapaces. Algunas de estas especies pertenecen al grupo de las aves más amenazadas de Europa, como la curruca rabilarga, totovía o cogujada montesina», subraya Davila.

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