Fidel Renedo, padre del proyecto «Campeador»
Fidel Renedo, padre del proyecto «Campeador»
BMW

El sueño «quijotesco» de un jubilado español para honrar al Cid Campeador

A sus 72 años, Fidel Renedo ha patentado un innovador sistema para distribuir energía a los vehículos eléctricos

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El valor de las grandes ideas cotiza en función de lo que puedan aportar a la sociedad. Por eso se recuerdan las hazañas de los más grandes, aquellos que no tuvieron miedo de ser tomados por locos y se enfrentaron a los molinos que encontraron a su paso. «Yo no tengo capacidad para llevar a cabo mi proyecto, sólo soy un jubilado». Son las palabras de Fidel Renedo (24 de abril de 1944), natural de Burgos emigrado a Barcelona en la niñez, que sueña con ver hecho realidad su proyecto «Campeador», que define como «un primer paso de un sistema que permite el desplazamiento de los vehículos mediante la energía eléctrica».

A sus 72 años, cuenta que no le gusta mucho hablar de «Campeador» con su familia para que no se hagan ilusiones.

Casado, con dos hijos y dos nietos, Renedo es un amante del campo. Por ello, pasa los fines de semana cuidando el huerto de su finca en

Certificado de la Oficiina de Patentes de EE.UU.
Certificado de la Oficiina de Patentes de EE.UU.

Manresa. A diario acude a un polideportivo de Barcelona para hacer algo de ejercicio. El resto del día lo dedica a pensar. «Campeador se me ocurrió pensando, soy jubilado y si no pensáramos, que sería de nosotros». Así, cuando le cayó su particular manzana en la cabeza que dio vida a este proyecto, el 23 de julio de 2013 Renedo decidió registrar su idea en la Oficina de Patentes de EE.UU.

Durante muchos años trabajó en el laboratorio de motores eléctricos de la fábrica Mercadal. Fruto de su conocimiento en esta materia, nació el proyecto «Campeador». Un innovador sistema con el que pretende proporcionar energía ilimitada a los vehículos equipados con motores eléctricos. Un proyecto para contribuir a mejorar la marca España en el mundo de la innovación y que «si saliese bien mandaría poner el dibujo del Cid Campeador empuñando Tizona, acompañado de un coche con el símbolo eléctrico». Y es que, Renedo, como buen burgalés, quiere situar a su ciudad en la picota del desarrollo, porque como él reconoce: «De Burgos no sale mucha cosa, jolines».

El planteamiento es el siguiente: los coches tendrían que adaptarse de fábrica para incorporar un mecanismo que permita cambiar las baterías rápida y cómodamente; un sistema informatizado permitiría conocer a los usuarios de «Campeador» dónde se encuentra el punto de carga más cercano; una vez allí, simplemente habría que cambiar las baterías agotadas por otras previamente cargadas en los «vehículos cargadores», denominación que Renedo otorga a los coches que utilizaría para cargar las baterías durante la noche, además, si un usuario se queda sin energía y sin la posibilidad de llegar a un punto de recarga, un «vehículo de ayuda» acudiría al rescate con las pilas de sustitución; a la hora de pagar los servicios recibidos, cada usuario contaría con un número de identificación propio y los coches llevarían un lector de potencia como los contadores de electricidad de las viviendas. «Así, se pagaría una vez al mes toda la electricidad consumida, que es donde yo veo el negocio, y no sería necesario llevar dinero encima como ahora para pagar la gasolina», explica Renedo.

La envergadura del proyecto es su mayor debilidad, pues «Campeador» necesitaría de una gran inversión económica para llevarse a cabo; pero las ventajas son tantas para Renedo, que cree que quien lo desarrolle acabará haciendo un buen negocio porque «es como el sector de las compañías eléctricas». Incluso ha pensado cómo adaptar los vehículos para que las baterías se cambien rápidamente: «Se podría incorporar una plataforma deslizante en la parte posterior de los coches donde estuvieran ubicadas todas las baterías –en el lugar que ocupa el depósito de gasolina entre la rueda y los asientos–, y con un pequeño motor se podrían sacar las baterías agotadas, cambiarlas por las recargadas y dejar las vacías en el punto de distribución. Sería como una especie de autoservicio de energía eléctrica».

«Campeador» está pensado para solucionar los problemas que su creador ve en el funcionamiento de los vehículos eléctricos, que tardan mucho tiempo en cargarse. «Si tuviera que comprar un eléctrico no lo haría, porque a lo mejor la carga no me llega para ir de Barcelona a Manresa», reconoce Renedo, que también ha pensado en sacar partido de las plantas de producción de energías renovables para alimentar en ellas las baterías de su proyecto.

A pesar de la magnitud del proyecto, Renedo espera que pueda llevarse a cabo. «Podría implantarse como se hizo con la televisión, poco a poco. Empezar con 30 ó 40 puntos de recarga en las grandes ciudades como Barcelona», y después ir ampliando la red de distribución de energía por el resto del territorio. Así es «Campeador», el sueño de Fidel Renedo: el jubilado español cuya quijotesca idea consiste en hacer de la energía un recurso ilimitado para los vehículos eléctricos.

Ver los comentarios