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Semana SantaNueve de cada diez reconoce ir demasiado rápido

Los conductores españoles somos más optimistas que los europeos respecto a la siniestralidad vial

El uso del móvil mientras se conduce se reduce en España

El 80% cree erróneamente que puede luchar contra el sueño al volante hablando con otro pasajero o poniendo música

Madrid Actualizado: Guardar
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La Fundación VINCI Autoroutes para la conducción responsable ha dado a conocer los resultados de una encuesta realizada por el Instituto Ipsos sobre los hábitos de los conductores en 11 países de la Unión Europea: se trata de la última oleada del Barómetro de la Conducción Responsable.

En particular, ¿consideramos los españoles que la violencia vial es algo inevitable? ¿Cómo nos vemos y a los demás como conductores? ¿Cuáles son nuestros buenos y malos hábitos al volante?

Sobre violencia vial, el optimismo predomina en España pero retrocede en Europa. Y es que consideramos que la mortalidad en carretera se reducirá de manera considerable en los próximos años (68%, frente a un promedio europeo de 49%). Y eso que, como en casi todos los países encuestados en 2015 (salvo Polonia), somos menos optimistas que hace un año (-1 punto).

Complacientes

A la hora de autoevaluar la conducción, los europeos no dudan en ponerse buena nota: 7,7 sobre 10. Con un 7,8/10 (estable desde 2015), los conductores españoles se consideran buenos al volante. De hecho, si describen su actitud a los mandos casi todos los españoles (97%) se atribuyen, por lo menos, un adjetivo positivo: sobre todo atento (69%) o tranquilo (68%).

En cambio, solo un 17% se considera educado (frente a un 27% a nivel europeo). Pero cuando evalúan el comportamiento de los demás se vuelven menos indulgentes y los tildan de irresponsables (41%), estresados (35%), agresivos (29%) e incluso peligrosos (20%). Aún así, un 23% considera que el conductor español es tranquilo -cifra récord en Europa-, lo que confirma los buenos ojos con los que se ven a si mismos.

Por encima de todo, los conductores españoles critican a los propios españoles: el 26% ve ésta como la patria de los conductores irresponsables, después de Italia (40%).

Disminuyen los comportamientos peligrosos

El 86% de los conductores españoles admite que, a veces, excede algunos km/h el límite de velocidad permitido (+1 punto respecto a 2015), frente a un 90% en Europa.

- El 59% no respeta la distancia de seguridad (-3 puntos), frente a un 63% en Europa

- El 59% circula por el carril central de la autopista aunque el de la derecha esté libre (-1 punto), frente a un 55% en Europa

- El 56% olvida rebajar la velocidad cuando se acerca a una zona en obras (-3 puntos), frente al 53% de Europa

- El 55% olvida u omite poner el intermitente para adelantar o cambiar de dirección (-8 puntos con respecto a 2015), resultado que corresponde a la media europea

Actos incívicos: la palma del bocinazo

A todo ello, y también en el caso de los conductores españoles:

- El 66% pita de manera intempestiva (+2 puntos con respecto a 2015), frente a un 47% en Europa. Es la proporción más importante de todos los países encuestados

- El 61% de los conductores españoles reconoce que llega incluso a insultar a otros conductores (-1 punto), frente a un 54% en Europa

- El 39% adelanta por la derecha en la autopista (-3 puntos), frente a un 30% en Europa

- El 29% se pega deliberadamente si el otro conductor le irrita (-2 puntos), frente a un 30% en Europa.

- El 18% se baja del coche para discutir con otro conductor (-1 punto), frente a un 16% en Europa

Teléfono y somnolencia

Por lo que toca al uso del móvil mientras se conduce, está globalmente menos generalizado en España que en el resto de Europa: el 20% de los españoles afirma telefonear al volante sin manos libres (-7 puntos respecto a 2015), frente al 32% de los europeos, y el 18% reconoce enviar o leer mensajes de texto o de correo electrónico a los mandos (-1 punto), frente a un 25% en Europa. La única mala costumbre que gana terreno (+2 puntos con respecto a 2015) es la de manipular el GPS mientras se conduce, tal como admite más de uno de cada cuatro españoles (26%), porcentaje que aún así es inferior a la media europea (37%).

A todo ello, el 29% considera que puede conducir cansado, al nivel de la media europea. Es más, cerca de una cuarta parte de los españoles reconocemos haber dado alguna cabezada al volante durante segundos (22%). En cambio, somos menos los que afirmamos haber pisado el carril de emergencias o el borde de la carretera por dormirnos o haber bajado la guardia (17%, -4 puntos respecto a 2015). No obstante, la mayoría de españoles está erróneamente convencido de poder luchar contra el sueño al volante hablando con otro pasajero (80%, +2 puntos) o poniendo la radio (60%, +7 puntos).

En trayectos largos, declaramos hacer una pausa tras conducir una media de 2 horas y 48 minutos, por encima del máximo recomendado de 2 horas. Y a diferencia de lo que cabría pensar, no somos adeptos a la siesta: solo un 51% (-1 punto con respecto a 2015) declara detenerse durante el trayecto a descansar, frente al 56% de los europeos. Y tampoco somos partidarios de cambiar de conductor durante el viaje (69%, -3 puntos respecto a 2015, frente al 70% a nivel europeo).

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