¿Qué provoca los atascos «fantasmas»?

¿Cómo se forma el llamado atasco de tráfico fantasma? ¿Y en qué consiste? Se trata de una congestión de tráfico que sobreviene aún sin circulación excesiva en la vía. Es decir, cuando, al menos en apariencia, todo haría indicar que la infraestructura podría absorber adecuadamente el número de vehículos que circulan por ella.

Hay que tener en cuenta que la mayor o menor fluidez del tráfico en carretera se rige por la capacidad de la carretera (volumen de automóviles que puede soportar por hora) y la intensidad de servicio (o demanda de tráfico en esa vía). Cuanto más se aproximan intensidad y capacidad, más complicada será la circulación.

Observaciones de expertos y distintas simulaciones apuntan a que un solo coche yendo demasiado cerca de otro y que de repente disminuya velocidad pisando un poco el freno motiva una retención en cadena.

Sí, porque entonces se pierde la uniformidad de la marcha, de modo que no se precisan accidentes o saturaciones. De ahí que siempre resulte clave respetar la distancia de seguridad, hasta para evitar atascos tontos o fantasma.

Y es que cuando se frena sin hueco suficiente, sin llegar a chocar pero tocando el pedal de forma suave y reiterada,se provoca un efecto onda encadenado con el tráfico que nos sigue, y que, claro, reaccionará igual, atenuando la velocidad y llegando incluso a detenerse. El atasco por detrás se propaga de forma más rápida que la capacidad de reacción (para ganar velocidad) de los coches que van delante.

Al final, quien lo provoca suele seguir circulando sin problemas, incluso sin darse cuenta del embrollo que ha dejado tras de si.