Probamos las últimas joyas italianas, los Maserati GranTurismo y GranCabrio

Heredero del mítico A6 1500 de 1947, el primer coupé de cuatro plazas que creó la marca, el Maserati GranTurismo actual, ha recibido una cura de rejuvenecimiento junto a su hermano mellizo el GranCabrio para afrontar los probablemente -ya se sabe que está en marcha un nuevo GranTurismo que sustituya al actual- últimos años de su vida en las mejores condiciones.

Y lo han hecho dejando de lado al creador del último GranTurismo, Pininfarina y hacerlo desde su propio centro de diseño -el Maserati Design Center- como ha ocurrido con las últimas creaciones: el Ghibli primero y el Levante después.

Además, no sólo han actualizado al GranTurismo y al GranCabrio sino que lo han hecho creando a su vez dos versiones -MC y Sport- con pequeñas pero significativas diferencias de diseño, puesto que la mecánica sigue siendo la misma para las cuatro versiones.

Así, el MC -Maserati Corse- que sustituye a la MC Stradale y que debe su nombre a la herencia recibida del departamento de competición de la marca será la versión de diseño más deportivo, mientras que la Sport devendrá en la más elegante.

MC y Sport

Las diferencias entre ambas versiones, como ya hemos comentado, son apenas de diseño y llegan para subrayar el carácter más deportivo en un caso -el MC- y más elegante en otro -el Sport- aunque en ambos casos se ha conseguido mejorar levemente la aerodinámica pasando de un coeficiente de 0,33 a 0,32 en el caso del GranTurismo y de 0,35 a 0,33 en el del GranCabrio.

Para ello se ha ampliado el paragolpes delantero en el que se ha integrado una nueva parrilla con forma hexagonal muy sugerente con forma de nariz de tiburón y unas entradas de aire en un capó de nuevo diseño de fibra de carbono para el MC. Las ópticas también se han actualizado con un diseño más estilizado y son como las anteriores de LED/Bi-Xenon y la zona trasera ha recibido asimismo unos nuevos paragolpes que en el caso de los MC llevan las dos salidas de escape redondas en paralelo dentro de un deflector negro y en el caso del Sport han sido situadas en los extremos del paragolpes y con una forma alargada.

Además, las nuevas versiones llegan con 16 colores exteriores de los que 4 son de tres capas y hay uno nuevo Blu Assoluto, 14 llantas de aleación y nueve colores distintos para las pinzas de freno

En cuanto al interior los GranTurismo y GranCabrio siguen destilando un carácter italiano que no defraudará con unos acabados -en ocho colores distintos combinados con cinco tapicerías en cuero diferentes- que combinan con elegancia diseño, calidad y buen gusto.

Además, en el salpicadero, ahora domina una pantalla táctil de 8,4 pulgadas desde la que manejar prácticamente todo -incluida la nueva cámara de visión trasera- y compatible con Apple CarPlay y Android Auto, así como un magnífico sistema de audio Harman Kardon Premium Sound de 900W que llega de serie.

También y en busca de una mayor comodidad de uso, los cinco Modos de Conducción - Auto, Sport, Manual-Normal, Manual-Sport y ICE (hielo)- se activan mediante unos botones situados por delante de la palanca del cambio del coche.

V8 Ferrari

El corazón y la razón de ser de estas dos joyas se encuentra bajo el capó con un motor Ferrari de ocho cilindros en V y 460 caballos que cuando ponemos el modo Sport ruge como el demonio con un sonido que más parece música celestial que el sonido de una mecánica creada por el hombre. Además, claro está, de salir disparado con una aceleración que da gusto.

Con él, sus 520Nm a 4,750 rpm y una caja de cambios de seis velocidades de origen ZF un tanto arcaica – los Ghibili y Levante ya disponen de una caja automática de doble embrague y ocho velocidades más rápida- ambos modelos superan los 299 y 301 kilómetros por hora en el caso del GranTurismo y los 288 y 291 en el caso del GranCabrio.

Y todo con unos consumos altos -14,3litros cada 100km para los Turismo y 14,5 los Cabrio- pero que no deberían ser un problema hablando de coches de este tipo.

Al volante

Sentarse tras el volante de cualquiera de las dos versiones es una experiencia muy gratificante. Se conducen con dos dedos y una facilidad pasmosa incluso pisando con decisión el acelerador. Eso sí, prima más el confort, exquisito, que la deportividad pura y dura porque ambos modelos pecan de un ligero exceso de peso y yendo rápido se notan, en los cambios de apoyo, unas suspensiones un pelín blandas -estamos hablando de ir muy rápido-.

Aunque, como he dicho, se puede ir muy rápido con mucha seguridad. En el caso del GranCabrio, además, el placer de conducir con el cielo por montera es doble por las prestaciones y el mismo placer de hacerlo a cielo abierto aunque en la unidad que probamos se echaba en falta, en estos días de calor unos asientos ventilados que nos refrescasen el cuerpo.

En cuanto al acceso a la zona trasera en ambos casos está bastante bien resuelto con unos asientos delanteros que se desplazan eléctricamente para dejar un hueco que sí bien no es enorme es suficiente para no tener que hacer un escorzo demasiado incómodo.