Imagen cedida por la Policía de Makram Ali, víctima del ataque
Imagen cedida por la Policía de Makram Ali, víctima del ataque - AFP

La víctima del ataque de Finsbury Park murió por las heridas del atropello

Makram Ali, de 51 años y padre de seis hijos, era de origen bangladesí

CORRESPONSAL EN LONDRES Actualizado: Guardar
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Con la habitual falta de diligencia de los servicios forenses británicos, la Policía ha informado este jueves, cuatro días después del atentado en Finsbury Park contra un grupo de musulmanes, que la única víctima mortal falleció debido a las heridas que le causó el atropello, y no por la indisposición que había sufrido antes del atentado.

Makram Ali tenía 51 años, era de origen bangladesí y llegó al Reino Unido con diez años. Estaba casado y era padre de cuatro hijas y dos hijos. Su familia lo describe como «un hombre tranquilo», que «no tenía un solo enemigo», hacía vida familiar y no le interesaba la política.

Pasadas las doce de la noche del domingo al lunes, salía de completar sus plegarias de Ramadán en la Muslim Welfare House cuando se encontró mal y cayó al suelo en la calle Seven Sisters al fallarle una pierna.

Otros creyentes lo ayudaron a levantarse, lo sentaron en una silla y le dieron agua, logrando que se recuperase un poco. Pero en ese momento irrumpió la furgoneta blanca de alquiler conducida por el fanático Darren Osborne, de 47 años, un inglés bronco residente en Cardiff, padre de cuatro hijos.

Al coincidir la indisposición con el atropello había dudas sobre si Ali había muerto debido a su problema de salud o a la embestida del vehículo. La policía confirma ahora que su muerte se debe a «múltiples heridas». Todavía permanecen hospitalizadas cuatro víctimas del ataque, dos de ellas en cuidados intensivos.

Darren Osborne continúa detenido y sigue siendo interrogado por la policía. Su familia insiste en que tenía problemas mentales y que el mismo intentó buscar ayuda de un especialista hace dos meses. Su hermana Nicola, artista de profesión, ha reconocido que la semana pasada le pidió si lo podía acoger, pues carecía de un techo tras romper con su mujer. Ella se negó, pretextando estar «muy ocupaba». «Ahora me arrepiento enormemente». Explica que Darren fue conflictivo desde su adolescencia. Mecánico de profesión, se encontraba en el paro desde hace mucho tiempo y solo trabajaba ocasionalmente como camarero. Su ex mujer y sus cuatro hijos han sido alojados en paradero desconocido, pues se temía que pudiesen sufrir represalias en su vivienda, situada en un barrio de adosados sociales de Cardiff.

Darren Osborne está acusado de homicidio, intento de homicidio y delito terrorista.

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