Otto Frederick Warmbier, durante su comparecencia
Otto Frederick Warmbier, durante su comparecencia - REUTERS
CRONOLOGÍA

Así son los presos occidentales condenados a campos de trabajo en Corea del Norte

Corea del Norte condena a 15 años de trabajos forzados a un estudiante estadounidense

MADRID Actualizado: Guardar
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La condena del joven estadounidense detenido en Corea del Norte desde hace un mes por robar durante su estancia en un hotel un cartel de propaganda política ha vuelto a sacar los colores a régimen de Kim Jong-un. Otto Frederick Warmbier, estudiante de solo 21 años, trató de sustraer el rótulo con un eslogan político de una zona reservada para personal del hotel Yanggakdo de la capital. Tras reconocer los hechos, deberá pasar 15 años a trabajos forzados en el país asiático, pero no es el único occidental que ha sufrido las mismas consecuencias. Desde el año 1995 se calcula que unos 13 norteamericanos han sido apresados por la dictadura de Corea del Norte, según «The Telegraph».

Esta pena de 15 años de trabajos forzados

es la misma que recibió el misionero Kenneth Bae, el estadounidense que más tiempo ha permanecido retenido en Corea del Norte con más de dos años hasta su liberación en noviembre de 2014. Este misionero evangelista de 45 años con fuertes convicciones religiosas que se dedicaba a llevar grupos turísticos y de negocios a Corea del Norte, fue condenado por «actos hostiles» contra el régimen. En noviembre de 2012 fue apresado cuando visitaba junto a otros cinco turistas la zona económica especial de Rason, en la frontera con China. Matthew Todd Miller, californiano de 24 años, fue también condenado ese año a seis años en campos de trabajo por entrar de forma ilegal en Corea del Norte para «cometer espionaje».

También fue liberado en 2014 Jeffrey Fowle, un albañil de 56 años natural de Ohio que estuvo cinco meses esperando a ser juzgado por dejar una Biblia en el baño de un restaurante para extranjeros de la ciudad de Chongjin, un delito tipificado como proselitismo religioso. Más recientemente, este mismo año, Corea del Norte condenó a 10 años de trabajos forzados por espionaje a Kim Dong-chul, surcoreano de 62 años nacionalizado estadounidense detenido en el país asiático desde el pasado mes de octubre. El pasado mes de marzo, durante una rueda de prensa organizada por el hermético país, el hombre confesó que intentó robar secretos militares y nucleares de Pyongyang en colaboración con surcoreanos. El pastor canadiense Hyeon Soo-Lim permanece encarcelado en Corea del Norte cumpliendo una condena de cadena perpetua por cometer actos hostiles contra el régimen.

La primera condena de un norteamericano por un caso de espionaje fue Evan Hunziker en 1996. Este joven de 26 años había nadado desde China a través del río Yalu. Fue localizado por agricultores locales, quienes le entregaron a las autoridades. Liberado meses después tras unas negociaciones entre EE.UU. y Corea del Norte, a su regreso a su ciudad Seattle se suicidó. En 2009, Laura Ling, de 32 años, y Euna Lee, de 36, aterrizaron Los Ángeles en un jet privado junto al otrora presidente de los EE.UU. Bill Clinton. Ambas fueron detenidas en la frontera entre Corea del Norte y China cuando se encontraban haciendo un reportaje en la frontera norcoreana con China y después fueron condenadas a 12 años de trabajos forzosos.

Corea del Norte puso en libertad en 2010 al misionero estadounidense Robert Park, de 28 años, detenido tras entrar en el país a través de la frontera con China. Las autoridades de Pyongyang justificaron su decisión en el «sincero arrepentimiento» del misionero, quien salió del territorio norcoreano. Curiosamente, el misionero entró desde China con el objetivo declarado de entregar una carta al entonces líder norcoreano, Kim Jong-il, en la que le pedía el cierre de los campos de trabajo de su país. Siete meses estuvo retenido Aijalon Mahli Gomes, un estadounidense de 30 años que en 2010 fue condenado a ocho años de trabajos forzados por entrar ilegalmente en el país, hasta su liberación.

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