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Clinton en un mitin en California el pasado 27 de junio - AFP

El FBI no acusará a Clinton por el escándalo de los correos electrónicos

El director de la Oficina Federal critica la «extremadamente descuidada» gestión de la exsecretaria de Estado, pero no ve «indicios de delito»

CORRESPONSAL EN WASHINGTON Actualizado: Guardar
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La Oficina Federal de Investigación (FBI, en sus siglas en inglés) anunció en un comunicado que no recomienda presentar cargos contra la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, después de meses de análisis detallado de su gestión en el conocido como escándalo de los e-mails. Aunque su director, James Comey, cuestionó la «extremadamente descuidada» labor de la hoy presunta nominada demócrata, aseguró que «no existen pruebas o indicios de que actuara con la voluntad de incumplir la ley». Una dura crítica política pero también una conclusión que libera a Clinton de la última carga que arrastraba para ser proclamada este mes nominada demócrata y optar a la elección presidencial de noviembre.

El director del FBI desveló durante su comparecencia que la entonces responsable de la política exterior norteamericana, durante la etapa entre 2008 y 2012, utilizó no uno, sino «varios servidores» privados, para gestionar los más de 30.000 correos electrónicos vinculados a la gestión de la Secretaría de Estado, razón por la cual se destapó el caso y el FBI emprendió la investigación.

El responsable de la Oficina Federal aseguró que se habían analizado uno a uno esos correos, de los que más de cien contenían información reservada.

Comey no descartó al cien por cien que los servidores privados de Clinton hubieran sido hackeados durante aquella etapa, pero aseguró que el FBI no ha hallado ningún indicio que pueda llevar a dicha conclusión. La conclusión de la investigación supone un alivio para la exsecretaria, aunque será utilizada por su rival, Donald Trump, para incidir en una de las debilidades de la futura candidata, que es la falta de confianza en ella de más de la mitad de los estadounidenses.

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